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EE.UU. y otros países han suspendido su apoyo a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos

La Agencia para la Reconstrucción y el Socorro para los Refugiados de Palestina (Unrwa) fue fundada en 1949 y trabaja en Gaza, en Cisjordania, así como en las vecinos Siria, Líbano y Jordania, donde atiende a 700.000 palestinos que se vieron obligados a abandonar sus hogares o huyeron de ellos tras la creación del Estado de Israel.
Ahora, desde la dirección de la agencia afirman que la asistencia vital de la que dependen dos millones de habitantes de la Franja podría estar a punto de terminar, ya que varios gobiernos occidentales han suspendido su financiación por acusaciones de que parte de su personal estuvo involucrado en los ataques del pasado 7 de octubre contra Israel.
Actualmente, la misión gestiona refugios para los desplazados y distribuye la única ayuda que Israel permite ingresar al territorio, pero su mandato es mucho más amplio.
La Unrwa proporciona infraestructura y herramientas claves para la vida diaria de las que Gaza ha carecido gravemente durante sus interminables ciclos de violencia, asedio y empobrecimiento.
El organismo gestiona instalaciones médicas y educativas, incluidos centros de formación de profesores y casi 300 escuelas primarias, además de producir libros de texto para educar a los jóvenes palestinos.
Solo en Gaza emplea a unas 13.000 personas. Como la mayor agencia de la ONU que opera en la Franja, ha sido clave para los esfuerzos humanitarios.
Y también se ha convertido en una especie de pelota de fútbol política al ser pateada por los bandos a lo largo de los años.
La mera existencia de la agencia es criticada por Israel. Afianza el estatus de los palestinos como refugiados, alentando sus continuas esperanzas de regresar a la tierra que dejaron en 1948 o durante las sucesivas guerras.
El destino de los refugiados es una cuestión central en el conflicto árabe-israelí. Muchos palestinos albergan el sueño de regresar a la Palestina histórica, partes de la cual ahora son Israel.
Israel, entretanto, rechaza esa afirmación y a menudo ha criticado la creación de la Unrwa por la forma en que permite heredar el estatus de refugiado.