Coches eléctricos y su regreso tras un siglo

César Peña *

Quienes crean que los coches eléctricos que han comenzado a invadir las calles de las principales ciudades del mundo son algo nuevo, dejen decirles que no, en lo absoluto, pues son tan viejos como la propia historia del automóvil, sin embargo, fueron dejados de lado por intereses de las empresas armadoras y petroleras.

Los autos revolucionaron el desplazamiento de personas y mercancías, pasando de motores de vapor a los de combustión interna casi de manera simultánea a la aparición de los eléctricos, que parecían que se apoderarían de esta industria.

Justamente cuando esta forma basada en baterías se perfilaba como la dominante para los automóviles, comenzó a avanzar la investigación petrolera de los yacimientos en regiones como Norteamérica y Europa, creando nuevos combustibles que, sin embargo, eran poco usados como fuentes para el desplazamiento de autos.

Fueron el padre Eugenio Barsanti, un sacerdote escolapio, y Felice Matteucci, ingeniero hidráulico y mecánico, que en 1853 detallaron documentos de operación, construcción y patentes de autos en varios países europeos como Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania, pero no fue hasta que ya estaba desarrollada plenamente la empresa automotriz, cuando se hace esta alianza para el consumo de derivados del petróleo como medio de energía.

Fue en este momento cuando desechan los motores eléctricos, no por disfuncionales, sino por esta alianza con las firmas que producían la gasolina, que desde luego se interesaron en que se le pusieran motores de combustión interna a los autos viendo una oportunidad enorme de desarrollo para el producto que comenzaban a explotar.

El boom petrolero es impensable sin la industria automotriz, ya que a partir de ahí se pierde el interés por apoyar la investigación de baterías que pudieran alimentar a los autos y pese a que ya existían prototipos avanzados con crecientes rendimientos en autonomía que tenían fascinados a los consumidores, se declaró que no había mercado para ellos.

La industria automotriz nace en 1890, creciendo a pasos agigantados de tal suerte que para 1929, ya existían casi 33 millones de automóviles. La primera refinería en Europa nace en 1854 y en Estados Unidos en 1859 coincidiendo en la última década del siglo XIX, cuando la investigación automotriz descubre la gasolina que ya existía desde 1859 como fuente para el motor de combustión interna siendo ahora factor de aprovechamiento industrial.

Hoy que están a punto de agotarse los combustibles fósiles y el planeta está a punto de caer un problema ambiental sin retorno, se vuelve la vista a los autos eléctricos como alternativa, sólo que no debemos olvidar que la voracidad capitalista fue quien explotó y se hizo millonaria con la gasolina y el petróleo y nos condenó, al oscurantismo de la tecnología eléctrica por casi un siglo.

En 1888 apareció el primer auto eléctrico que fue eliminado por la razón ya descrita. Pretendieron regresar en la década de los 80 del siglo pasado pero la misma industria petrolera los volvió a sacar de circulación y hoy que estamos a nada del agotamiento de las reservas petroleras en todo el globo, parece que hoy si se quedarán para siempre.

* Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia