Paradigma

A 26 días de precampaña, la unidad en Morena va más allá de las fotos

• La precandidatura única de Julio Menchaca Salazar a la gubernatura de Hidalgo es porque así la decidieron las bases.
A 26 días de haber iniciado precampaña, Julio Menchaca Salazar ha logrado consolidarse como la figura que une a militantes y simpatizantes de Morena como precandidato único a la gubernatura de Hidalgo, luego de haber sostenido encuentros en prácticamente todas las regiones del estado.
Así, de cara a las elecciones del 5 de junio, la unidad y el respaldo a Menchaca Salazar son manifiestos, aun de aquellos que aspiraron a abanderar a Morena, como el doctor Abraham Mendoza, Pablo Vargas, Francisco Patiño, Cuauhtémoc Ochoa, Simey Olvera, Susana Ángeles, Armando Azpeitia o José Ramón Amieva, entre otros.
Es evidente que la unidad, al menos en Morena, va mucho más allá de las fotos y la precandidatura única es porque así la decidieron las bases.
En prácticamente todos sus recorridos, en los que ha estado acompañado de las principales figuras de la izquierda que hoy integra Morena Hidalgo, el precandidato ha destacado que mientras en otros partidos hay discursos respecto a la igualdad, en el Movimiento de Regeneración Nacional hay acción y apertura para que cada vez más mujeres asuman su papel como protagonistas del desarrollo.
En los 26 días de precampaña, Julio Menchaca Salazar, precandidato único de Morena a la gubernatura de Hidalgo, ha realizado encuentros con militantes y simpatizantes de ese movimiento en prácticamente todas las regiones del estado.
En los diversos encuentros que ha sostenido, lo mismo en el Altiplano, que en las sierras Gorda y Alta, así como en el Valle del Mezquital, la Huasteca y el Valle de Tulancingo, el precandidato ha insistido en dejar a un lado los egos y la soberbia.
«Debemos entender que el bien colectivo es más importante que el bien personal para así evitar, de una vez por todas, que la pobreza se convierta en miseria, lo que, subrayó, es inaceptable».
De ahí la importancia de replicar en Hidalgo el cambio que hoy vive la nación ya que una elección de ninguna manera se trata de quitar a uno para poner a otro, sino de hacer las cosas de manera distinta, de utilizar correctamente los recursos, de atender lo más sensible que afecta a los hidalguenses.
Y es que hoy, subrayó el precandidato de Morena, mujeres y hombres batallan con caminos, con el abasto de alimentos, con los servicios de salud y de educación y, aún peor, con la falta de oportunidades.
Eso se tiene que revertir, advierte.
En los mítines en los que participa Julio Menchaca Salazar se da la voz a quien lo solicita. No hay restricciones para la expresión, para escuchar la voz, los reclamos de la sociedad, lo que da pie a un diálogo franco y abierto propio de quienes acuden a un acto por convicción y no por acarreo.
Hay crítica, reclamo y, lo más importante, hay actitud propositiva en la que hay conciencia  de que el fin superior es la patria.
Salvo un imprevisto en Ixtlahuaco, en el municipio de Lolotla, que tuvo que ser suspendido por un derrumbe que se registró en la carretera y por la muy cerrada neblina y frío que se registraba en el lugar, todos los encuentros de Menchaca se han llevado a cabo de manera puntual y con respeto a las medidas dispuestas por la autoridad sanitaria en estos tiempos de Covid 19.
Desaire de militantes y simpatizantes a los mítines en los que participa Julio Menchaca Salazar, en ninguna parte, como tampoco aburrimiento o apatía, hechos que sí parecen permear en la campaña de enfrente.
El propio Menchaca Salazar ha mencionado que «los del otro lado, los adversarios políticos, están muy preocupados. Miren. Véanlos en los eventos”, y ha preguntado: “¿A alguno de ustedes lo obligaron a venir al mitin? Vean a sus vecinos, hay ánimo, hay entusiasmo».
“En cambio, vean los mítines, las reuniones de los de enfrente, de los adversarios, vean las caras, parece que van a un funeral y, efectivamente, están yendo a un funeral.”
Por ello, consciente  de que quien no sirve debe irse a su casa, ha manifestado absoluto respaldo a la revocación de mandato como una forma de hacer realidad una máxima de la democracia que es «el pueblo pone y el pueblo quita».
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