Redacción, 1 de Noviembre.- En medio de tumultos de miles de tabasqueños y gritos de ¡justicia!, ¡justicia!, el joven actor Octavio Ocaña fue sepultado esta mañana en el panteón privado Recinto Memorial de esta capital.
El cuerpo de “Benito” –personaje que caracterizó e hizo famoso en el programa de comedia “Vecinos” de Televisa– arribó anoche a Villahermosa, alrededor de las 22:00 horas. Desde la tarde miles de tabasqueños a pie, en vehículos, motocicletas y bicicletas, lo esperaban a la entrada de la ciudad.
La carroza fúnebre blanca de la agencia Gayosso, que trasladó el cuerpo desde la Ciudad de México, entró a la ciudad y enfiló por el periférico Carlos Pellicer Cámara hacia el Recinto Memorial, acompañado de una impresionante multitud que exigió justicia y cantó melodías de “Amor Eterno” de Juan Gabriel, “Amigo” de Roberto Carlos y hasta “Las Mañanitas”.
En el cementerio ya esperaban miles más de simpatizantes de “Benito” que, en batahola, pretendieron ingresar a la sala 3 del velatorio, pero sus familiares pidieron comprensión ante el dolor y lograron contenerlos, permitiendo la entrada solo a familiares, amigos y medios de información.
La señora Ana Lucía Ocaña, madre del actor, se acercó a las rejas y pidió comprensión:
“Muchas gracias a ustedes, no los queremos ofender, ni hacer sentir mal, pero todo está restringido, quisiéramos que estuvieran adentro todos, gracias, gracias”.
El duelo se recibió durante toda la noche y a las 11 de la mañana de este lunes 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, el féretro con el cuerpo de “Benito” fue sacado de la sala velatoria y llevado a la capilla del donde se le realizó una misa, para posteriormente trasladarlo al sitio donde fue sepultado, en medio de llantos, dolor y gritos de familiares, amigos y simpatizantes.
Su madre así lo despidió:
“Se ha ido a un lugar de luz, estamos en paz y tranquilos, vuela alto, gracias a todos por acompañarnos”.
“Él no era un delincuente”, dice su padre.
Previamente, en una de las varias entrevistas que ofreció, su padre Octavio Augusto repudió que las autoridades del Estado de México estuvieran poniendo a su hijo “como un delincuente, y están muy equivocados”.
“A mi hijo lo aman por lo que es, no por lo que están inventando. Él no era un delincuente, era un actor que la gente ama”, manifestó.
“Fue una cobardía”, dijo y se dolió que la muerte de su hijo haya destrozado a toda su familia, integrada por él, su esposa y cinco hijos, tres mujeres y dos varones, de los cuales “Benito” era el menor con 22 años.
Reiteró que nunca ha pedido nada a las autoridades pero en este caso demandó al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, que “se haga justicia”.
“No hay palabras. A lo que sigue, aquí ya cerré un ciclo. Prometí que lo traería y lo enterraría en su tierra, ahora que se agarren a lo que viene, yo no me voy a quedar así”, advirtió.
De acuerdo a la Fiscalía del Estado de México, con testimonios de los dos acompañantes de “Benito”, el actor no quiso pararse en un retén policiaco y continuó su marcha.
El copiloto declaró que en un momento, el conductor sacó un arma de la guantera del vehículo y la empuñó con la mano derecha, mientras conducía con la izquierda.
Durante la persecución, según el dictamen pericial, “Benito” perdió el control, “salió de la cinta asfáltica y se impactó sobre su parte delantera derecha; en este momento y a consecuencia de la dinámica de este percance el conductor presumiblemente accionó el arma de fuego que portaba en su mano derecha”.
En la misa de cuerpo presente solo estuvieron presentes sus familiares cercanos.
Sus padres, Octavio Pérez y Ana Lucía Ocaña caminaron detrás del féretro. “¡Vuelta alto! ¡Eres campeón!”, gritó su madre que fue consolada por su esposo y una de sus hijas.
Sobre el ataúd fue colocado el número 10 del equipo de futbol Pachuca y un rosario de madera.
¿Qué dice la FGJEM?
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó que Ocaña murió después de recibir un impacto de bala de manera accidental cuando chocó su camioneta, tras huir de policías de Cuautitlán, Izcalli, Estado de México, que lo perseguían.
Señaló que, según sus peritajes, el joven de 22 años conducía alcoholizado y había consumido marihuana.
La fiscalía informó que entrevistó a los dos hombres que viajaban con Ocaña. Quien iba en el asiento del copiloto declaró que habían consumido bebidas embriagantes, y cuando circulaban por calles de ese municipio, los policías municipales les marcaron el alto, pero el difunto decidió acelerar en lugar de detenerse.
Ahí comenzó la persecución que se extendió hasta la autopista Chamapa-Lechería. El declarante indicó que al ver que los policías iban tras la camioneta, Ocaña sacó de la guantera un arma de fuego que empuñó en la mano derecha, mientras conducía con la izquierda y seguir huyendo.
“Durante su huida, el conductor perdió el control, salió de la cinta asfáltica y se impactó sobre la parte delantera derecha. En ese momento y, a consecuencia de la dinámica de este percance, el conductor presumiblemente accionó el arma de fuego que portaba en su mano derecha”, señaló la fiscalía.
Antes del peritaje de la fiscalía, el padre de Ocaña declaró que a su hijo le plantaron la pistola y el alcohol.
“No me pregunten de armas porque eso no existe, esas son cosas que le inventaron. ¡Claro que fue algo sembrado! Tenía quién lo cuidada y ellos son los que traen arma”, comentó a medios de comunicación.
También declaró que quienes acompañaban a Ocaña y fueron detenidos tras el accidente eran sus amigos “y estaban encargados de cuidarlo” y si no eran ellos, eran otras personas. “Gente mía”, dijo el padre afuera del funeral.
El periodista de espectáculos, Gustavo Adolfo Infante, dio a conocer el examen toxicológico practicado a Ocaña. “El resultado que me han reenviado de la fiscalía fue que salió positivo a alcohol y a marihuana”, indicó.
Comentó que habrá que esperar los exámenes de balística, pólvora, las imágenes de las cámaras del C5 y de las patrullas.