Esclavo de sus palabras
Ante crimen de periodista, Presidenta Municipal de Acapulco pide a los medios que mejor se queden callados.
Redacción, 1 de Noviembre.- Un grupo de periodistas mexicanos protestó este domingo en Acapulco, en el estado de Guerrero, para exigir el esclarecimiento del asesinato fotoperiodista Alfredo Cardoso, quien fue secuestrado en su casa y murió el domingo por la tarde en un hospital a consecuencia de heridas de bala.
“Son dos motivos de esta protesta, el primero es la agresión que sufrió Alfredo Cardoso, reportero gráfico, y en ese contexto y pareciera que al mismo tiempo, la presidente municipal manifestó una serie de expresiones desafortunadas incitando a la población a que agreda a los reporteros”, comentó el presidente del Club de Periodistas del estado de Guerrero, Miguel Ángel Mata.
La madrugada del viernes, el fotoperiodista Alfredo Cardoso fue privado de su libertad en su domicilio por un grupo de hombres armados, quienes se lo llevaron con rumbo desconocido para horas después dejarlo a unos cuantos metros de su casa con huellas de tortura y cinco impactos de bala.
La alcaldesa de Acapulco, Abelina López, responsabilizó a los medios de comunicación de ser ellos quienes “ponen la alarma de violencia”, cuando deberían de quedarse callados, insinuó.
“El contexto en que la alcaldesa da esas declaraciones nos pone en riesgo, porque ella insinuó que nosotros tenemos o conocemos dónde están o dónde viven o quiénes son los que integran el crimen organizado, seguramente otros nos agredirán a nosotros y nos pone en riesgo de muerte”, puntualizó Mata.
Luego de esta protesta los periodistas anunciaron que acudirán a la Comisión Estatal y Nacional de Derechos Humanos para interponer una queja en contra de López Rodríguez “porque sus dichos pueden constituir un delito en contra” de la libertad de prensa.
La noche del sábado, en su cuenta de Twitter, tras una serie de reclamos y protestas, la alcaldesa escribió que “jamás soy partidaria de callar a los medios, comparto que sus opiniones responsables ayudan a realizar un mejor ejercicio del gobierno, usted ciudadano tiene la última palabra”.
Sin embargo, ese mismo día, durante la exhibición de altares por el Día de Muertos que organizó el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia, los guaruras de la alcaldesa agredieron a uno de los reporteros que la cuestionaron por sus dichos contra el trabajo de la prensa, reportó El Sur de Acapulco.
El ataque contra Cardoso se produjo justo un día después del asesinato de otro reportero en el estado de Chiapas, en el sur de México. Fredy López Arévalo, de 62 años y colaborador de varios medios, locales, nacionales y extranjeros, fue asesinado a disparos cuando llegaba a su casa en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
El deceso de Cardoso fue confirmado a The Associated Press por Jan Albert Hootsen, representante en México del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), quien recibió la noticia directamente de la familia de Cardoso.
Cardoso había sido secuestrado la noche del jueves por sujetos encapuchados que irrumpieron en su domicilio, mientras que su familia había recibido amenazas, según detalló la organización defensora de periodistas Reporteros Sin Fronteras (RSF) en su cuenta de Twitter.
Medios locales reportaron que el experimentado periodista fue hallado el viernes al interior de su vehículo ya herido de bala por lo que fue hospitalizado de urgencia.
México es uno de los países del mundo más violentos para el gremio periodístico y cada año se registran numerosos asesinatos, agresiones e intimidaciones contra la prensa por parte del crimen organizado y de autoridades.
Según Artículo 19, un total de 142 periodistas han sido asesinados desde el año 2000 hasta la fecha en posible relación con su labor.
De estos, 22 se produjeron durante el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el poder el 1 de diciembre de 2018.
En lo que va de 2021, al menos siete periodistas han sido asesinados en el país, si bien no se ha determinado que en todos los casos el crimen haya estado ligado a su trabajo.