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Ante ley marcial, embajada de México en Corea llama a la calma a connacionales

La tensión en Corea del Sur ha aumentado en las últimas horas del 3 de diciembre, después de que el presidente Yoon Suk-yeol decretara la ley marcial en respuesta a las protestas exigiendo su dimisión.
Ante esta situación, la embajada de México en Corea del Sur hizo un llamado a la comunidad mexicana.
Residente o de paso en el país, instándola a mantener la calma y a mantenerse informada a través de fuentes oficiales.
Además, exhortó a seguir las indicaciones de las autoridades surcoreanas.
En caso de situaciones que pongan en riesgo la seguridad o la libertad de los ciudadanos mexicanos, la embajada recordó que dispone de una línea de emergencia: 010-9490-1694.
El presidente surcoreano declaró la ley marcial para proteger el “orden constitucional” de actividades “anti-estatales”.
De las que el mandatario acusa al principal bloque de la oposición, el Partido Democrático (PD), al que tildó de “fuerzas pronorcoreanas”.
El sorpresivo anuncio llegó después de que el PD, que tiene mayoría en la Asamblea Nacional (Parlamento), aprobara sin contar con el apoyo del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon unos presupuestos generales para 2025 con múltiples recortes.
Además de mociones para destituir al fiscal general y al responsable de la Junta de Auditoría e Inspección, encargada de monitorizar las cuentas de los organismos públicos.
Tras la declaración de la Ley Marcial, la Asamblea Nacional surcoreana votó a favor de levantarla en una sesión plenaria extraordinaria.
Convocada poco después de que el mandatario anunciara esa medida excepcional y con miles de personas protestando en las calles de Seúl.
La ley marcial en Corea del Sur tiene tres precedentes desde 1972
La declaración de la ley marcial por parte del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, para proteger el “orden constitucional” de lo que considera actividades “anti-estatales”.
Y de las que acusa al principal bloque de la oposición, el Partido Democrático (PD) tiene tres precedentes en este país en los últimos cincuenta años.
Tras dar un golpe militar en 1961, Park Chung-hee fue elegido presidente en 1963 y reelegido en 1971.
Bajo su mandato, Corea del Sur experimentó un crecimiento económico sin precedentes, el llamado “Milagro del río Han”,
Lo que impulsó su popularidad hasta principios de los setenta, cuando esta empezó a decaer y decidió declarar en 1972 la ley marcial y aprobar una nueva constitución autoritaria que estaría vigente hasta poco después de 1979.
En mayo de 1980, el entonces presidente surcoreano Chun Doo-hwan ordenó la ley marcial.
Y los militares detuvieron a los principales líderes políticos de la oposición, se cerraron las universidades, se prohibieron actividades políticas y se restringió la prensa.
Aquella imposición trajo el denominado levantamiento en la ciudad de Gwangju, a unos 330 kilómetros al sur de Seúl.
Donde se estima que el ejército mató a unos 600 civiles.
El 30 de noviembre de 2020, un tribunal de Corea del Sur declaró culpable a Chun Doo-hwan de difamar a un testigo ya fallecido.
El tribunal de distrito de Gwangju había respaldado el testimonio del testigo, un sacerdote que afirmó en unas memorias publicadas en 2017 que helicópteros dispararon contra civiles durante aquella acción.
Y condenó a Chun, que tenía 89 años, a ocho meses de prisión, suspendida por dos años.
El exdictador, una de las figuras más polémicas de la política surcoreana, nunca admitió ninguna responsabilidad ni pidió perdón por la masacre.
Más recientemente, en el verano de 2018, el general Lee Suk-koo, intentó imponer la ley marcial.
Para acabar con las protestas contra la expresidenta Park Geun-Hye en 2017, quien estaba acusada de corrupción y que contemplaba el arresto de parlamentarios.
Sin embargo, poco después, el entonces presidente surcoreano, Moon Jae-in, destituyó al mencionado general y ordenó refundar este organismo.
Fuente: EFE.