Hordas de mosquitos han invadido Buenos Aires, Argentina esta semana. Es la segunda vez en dos meses que se produce un aumento significativo de estos insectos en la provincia argentina.
Los especialistas explican que el incremento de Aedes albifasciatus, conocido comúnmente como mosquito de la inundación, es producto de las lluvias intensas del verano austral.
Ante las alarmas que ha levantado esta segunda invasión, los expertos advierten de que esta especie no transmite enfermedades como el dengue, aunque está vinculado con la encefalitis equina, que afecta sobre todo a animales y provocó un brote en el país.
La explicación que dan los científicos al aumento repentino de mosquitos de esta especie es sencilla. Los huevos que ponen las hembras del Aedes albifasciatus en el sustrato húmedo pueden resistir durante largos periodos de sequía y eclosionar cuando se acumula agua de las precipitaciones.
Las lluvias de enero y las que ocurrieron recientemente en la provincia de Buenos Aires provocaron los “picos de abundancia” de mosquitos que describen los científicos.
Los expertos estiman que el alivió llegará en los próximos 10 o 15 días, cuando la población de esta especie baje, aunque dependerá de si vuelve a llover.