César Peña
Pachuca, 8 de febrero.- Ana y Sofía se amaban mucho, lo sabían, sin embargo, Ana estaba casada. La solución, aunque poco común, la vislumbraron pronto: vivir todos juntos. Así vive una «trieja» su versión de poliamor.
Una «trieja» es como se le conoce en las relaciones poliamorosas a un trío que se vincula afectiva y sexualmente que pueden ser dos mujeres y un hombre, dos hombres y una mujer, tres mujeres, etc, no habiendo reglas clara para ello.
Ana, una de las chica de la historia que se desarrolla en Pachuca, tiene su peculiaridades, pues tiene dos hijos que procreó con Adán, su esposo. No tuvieron inconveniente en aceptar la llegada de Sofía a su familia y modificar el status de su ahora nueva familia.
Sofía cuida de los niños y los lleva a la escuela, trabaja igual que los demás. Se siente aceptada y querida sin importar que a los demás no les guste.
Lleva ya cuatro años así, aunque por ser lesbiana reconoce que no le atrae la intimidad con Adán, pero se lleva bien con el por ser buena persona.
Como diversos poliamorosos, se han topado con la discriminación, la crítica de sus vecinos, familiares y conocidos por su forma de vida, sin embargo, no les importa, pues están conformes con las decisiones que han tomado.
«Claro que nos ven mal (…) pero a estas alturas que nos puede importar si nos llevamos bien y tenemos amor», sostiene por su parte Ana.
Como todo mundo, dicen que han pasado problemas y hasta una separación de la «trieja», pero han resuelto sus diferencias. No les interesa por el momento ni la forma que los califiquen ni que les digan o no poliamorosos. Por el momento, han resuelto sus dilemas y confían en el amor que se profesan.
Foto: actuall.cl