Opinión
Atentados a periodistas y amenazas
Economía Versus Política
César Peña *
El atentado contra el periodista Antonio Ortigoza del pasado 21 de agosto, no puede quedar como un hecho aislado, sino que obliga a una profunda investigación y que se castigue a los responsables, aunque presumiblemente el principal, de éstos, el ex alcalde Fidel Arce Santander, ya esté en la cárcel.
Y es que el ataque sufrido por el comunicador a un día de haber publicado una investigación contra Arce Santander, bajo el título “En Epazoyucan, alcalde paga por adelantado obras inexistentes”, no puede ser un simple hecho aislado, sino que demanda que intervenga la Fiscalía de Atención a Delitos contra periodistas y defensores derechos humanos, ya que se trata de un asunto muy grave.
El propio Ortigoza Vázquez, reportó, en su columna de Expediente Ultra del pasado 20 de diciembre, de la vulnerabilidad de él y los restantes 7 comunicadores que aparecieron en la lista negra dada a conocer por quien esto escribe, tras una filtración de que serían escarmentados con golpizas los detractores del edil.
Esta lista, que estaba lista desde el mes de junio, incluía sobre a todo a quienes habían incomodado con sus críticas a Fidel Arce, quien sintiéndose amo y señor del municipio, amenazaba y actuaba en contra de todos los que discrepaban de su forma autoritaria de gobernar.
En la misma tesitura está el alcalde de Zempoala, Jesús Hernández, quien se encuentra demandado ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) lo mismo que ante la Procuraduría General de Justicia de la entidad (PGJEH) por amenazas de muerte en contra de quien esto escribe.
Todavía peor aún es que Hernández Juárez se siente impune y anda difundiendo públicamente entre sus lacayos, que se va a “chingar” a este columnista lo mismo que a la regidora de Morena, Guadalupe Baños Escobedo, otra de las personas que han cuestionado su feudo y los excesos del poder junto a los regidores morenistas Daniel Campos Reyes, Reyna López y le independiente Armando Ruiz Bustillos.
Es momento de exigir a Santiago Nieto que intervenga ante esta situación en que ya existen antecedentes claros. En Epazoyucan, Arce Santander se perfila como el autor de prenderle fuego a la casa de la regidora Angela Delgadillo como de las innumerables agresiones en su contra por lo que suponer que el atentado contra Ortigoza no fue obra de la casualidad, sino un acto perfectamente premeditado.
En Zempoala, Hernández Juárez ordenó golpear a una mujer en plena campaña del 2020 y es el autor de una golpiza a un regidor en el año 2018 cuando era un simple tesorero del ayuntamiento, pero también jefe de los porros que hacían y deshacían con la venia del entonces alcalde Héctor Meneses Arrieta.
A mediados de este año, Ricardo Hernández Juárez, hermano del alcalde, golpeó a una familia de la comunidad de San Gabriel, lo que habla de la agresividad y la violencia de estos sujetos para imponer su voluntad.
Es necesario que las autoridades tomen esta situación en sus manos como lo ha hecho el gobernador Julio Menchaca, mostrando que no existe impunidad en Hidalgo.
* Escritor, periodista y economista