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Bloqueo en Siria: El Gobierno paralizado y las administraciones vacías
El sector público «se ha paralizado por completo y de forma abrupta», asegura el Coordinador Residente y Humanitario de la ONU para Siria, Adam Abdelmoula.
El primer ministro sirio dijo el lunes que la mayoría de los ministros del Gabinete habían vuelto al trabajo después de que los rebeldes derrocaran al presidente Bashar al Assad. Sin embargo, un funcionario de la ONU dijo que el sector público del país se había «paralizado por completo y de forma abrupta» y que algunos trabajadores estatales no habían regresado a sus puestos de trabajo.
El sector público «acaba de llegar a un punto muerto completo y abrupto«, dijo el Coordinador Residente y Humanitario de la ONU para Siria, Adam Abdelmoula, señalando, por ejemplo, que un vuelo de ayuda que transportaba suministros médicos que se necesitaban con urgencia había quedado en suspenso después de que los empleados de la aviación abandonaran sus puestos de trabajo.
«Este es un país que ha tenido un Gobierno durante 53 años y de repente todos aquellos que han sido demonizados por los medios de comunicación públicos están ahora al mando en la capital de la nación», dijo Abdelmoula a The Associated Press. «Creo que harán falta un par de días y muchas garantías por parte de los grupos armados para que estas personas vuelvan a trabajar de nuevo».
Los rebeldes sirios anunciaron que Ahmad al-Shaara, líder del HTS, se reunió el lunes en Damasco con el primer ministro saliente, Mohammad al Yalai, que presidía el Gobierno de Assad. Las conversaciones se centraron en la transición política del país, según la coalición rebelde.
La alianza rebelde está liderada por Al Golani, un antiguo militante de alto rango de Al Qaeda que rompió sus lazos con el grupo extremista hace años y ha prometido un gobierno representativo y tolerancia religiosa.
Según informes, Gran Bretaña y Estados Unidos están estudiando la posibilidad de retirar al principal grupo rebelde anti-Assad de sus listas de organizaciones designadas como terroristas.
Mientras tanto, flujos de refugiados cruzaron de nuevo a Siria desde países vecinos, con la esperanza de un futuro más pacífico y en busca de familiares desaparecidos durante el Gobierno de Assad.
Damasco estaba en tranquilidad
Damasco estaba tranquila el lunes, con la vida volviendo lentamente a la normalidad, aunque la mayoría de las tiendas e instituciones públicas estaban cerradas. En las plazas públicas, algunas personas seguían celebrando. El tráfico civil se reanudó, pero no había transporte público. Se formaron largas colas frente a panaderías y otras tiendas de alimentos.
A lo largo y ancho de Siria, las familias esperan en el exterior de las prisiones, las oficinas de seguridad y los tribunales noticias de sus seres queridos encarcelados o desaparecidos.
Justo al norte de Damasco, en la temida prisión militar de Saydnaya, las mujeres detenidas, algunas con sus hijos, gritaban mientras los rebeldes rompían los cerrojos de las puertas de sus celdas. Amnistía Internacional y otros grupos afirman que decenas de personas eran ejecutadas en secreto cada semana en Saydnaya, y calculan que hasta 13.000 sirios fueron asesinados entre 2011 y 2016.
Fuente:es.euronews.com