Paradigma

Butaca Alta Burbujas ambientales Por Roberto Acevedo Acosta

Ciudad de México, 8 Julio Por Roberto Acevedo Acosta.- Al parecer una solución para regresar al deporte profesional es crear burbujas ambientales que permitan concentrar equipos en sitios “seguros” que den la certeza y tranquilidad a todo mundo.

En el papel esta idea es buena, y tan es así que la MLS, NBA y la UEFA tienen proyectos para aplicarla lo más pronto posible.

En las ligas americanas eligieron a la ciudad de Orlando, Florida, para concentrar a los equipos de básquetbol de la NBA y de fútbol de la MLS con el objetivo de finalizar sus torneos, recuperar algo de dinero y darle esperanza y entretenimiento a los millones de aficionados que los siguen.

En el caso de la UEFA decidió escoger a la ciudad de Lisboa, Portugal, para celebrar las finales de la Champions League.

Eliminado Estambul,Turquía, como la sede original para la gran final; y redirigiéndo la fase de semifinales y finales a territorio lusitano.

La burbujas van a traer sin duda grandes enseñanzas porque se pretende que con un ambiente controlado, reducir al máximo, la posibilidad de contagio de los jugadores y sus equipos.

La tarea se antoja muy compleja toda vez que es casi imposible controlar todo.

Imagínense que en un hotel alguien no hace bien su trabajo dejando la posibilidad de algún contagio.

Todo el esfuerzo se vendría para abajo pero igual se entiende que se tienen que buscar fórmulas para regresar el deporte a su actividad profesional, aunque eso signifique todavía sin aficionados.

Sin duda en estos momentos muchas ligas buscan regresar para que la televisión respete los contratos y con eso salvar la temporada rescatando un poco la economía.

No hay que perder de vista que las burbujas son experimentos y todo depende del comportamiento de la pandemia del COVID-19, que en algunos países ha recobrado fuerza, para ver el éxito de su implementación.

Se corre el riesgo que un rebrote obligue a los gobiernos a volver a tomar medidas extremas y volver a cerrar todo.

Es muy bueno que regrese el deporte profesional aunque hay un sentimiento que todo pende de un hilo, y que dependerá de las políticas de cada liga para ver el nivel de éxito de las burbujas.

Un caso aparte es el béisbol en los Estados Unidos que hasta donde se sabe la temporada sería de 60 juegos con partidos de locales y visitantes.

El sindicato de jugadores está peleando que parte del dinero de los derechos de transmisión también se reparta entre los jugadores para así ayudarlos en su economía pero los dueños se resisten alegando que ellos están teniendo pérdidas millonarias.

Todo indica que ya llegaron a un acuerdo confidencial y pronto se escuchará “play ball”

Sin embargo, algunos jugadores de plano ya manifestaron que no van a jugar, anteponiendo su salud por encima de cualquier otra cosa.

Hoy son pocos los que se resisten a jugar pero muy probablemente en los próximos días se sumen más aunque hasta ahora no se ha manifestado alguna súper estrella por ésta medida.

También el deporte colegial en los Estados Unidos está preparando su regreso en algunas disciplinas.

Aún no se sabe cómo será éste regreso pero a muchas universidades les urge retomar los deportes por el impacto que se tiene en términos económicos.

Algunas escuelas viven de lo que les deja los deportes.

Nos queda claro que hasta que se encuentre una vacuna los deportes tendrán muchas variantes, algunas no serán del agrado del aficionado pero en estos momentos tan complicados ¿habrá quien se ponga exigente?

Hay que tener mucha paciencia para lo que se viene en los próximos meses.

Y mientras tanto hay que estar al pendiente de las burbujas ambientales.

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