Mundo
Cura que envió video masturbándose a niña ofreció 120 mil euros
Valladolid, 28 de enero.-Cura que envió video masturbándose a niña ofreció 120 mil euros a la madre de la menor para que retirara la denuncia.
De acuerdo al portal el Diario de Valladolid, el capellán de Las Angustias cuando ofreció 120 mil euros a la madre de la niña de 13 años para que retirara la denuncia por haberle enviado un mensaje al móvil de la menor con un vídeo de él masturbándose «hasta eyacular».
El párroco conocía a ambas porque la progenitora pedía limosna a la puerta de la céntrica parroquia de la capital vallisoletana.
La primera página del atestado policial recoge el momento en el que la madre informa a la Policía de cómo habían ido a hablar con el cura, a quien el Arzobispado de Valladolid mantiene recluido en su casa bajo vigilancia eclesiástica, «tras descubrir el vídeo sexual enviado por éste a su hija de trece años, y él mismo les había ofrecido 120 mil euros si no denunciaba», relata la diligencia inicial de la denuncia policial a la que este periódico ha tenido acceso.
Documento de denuncia en el que, también en esa primera página pero unos párrafos más arriba, se indica que entre los mensajes que el capellán enviaba a la menor de 13 años, además del vídeo masturbándose, aparece uno en el que le ofrece «tener relaciones sexuales con él».
Mensajes que llegaban después de que el párroco les hubiera dado «alguna cantidad de dinero en alguna ocasión y comprado un chándal» a la niña de trece años, todo apunta que con el fin de ganársela. De hecho, siempre según el atestado de la denuncia del pasado día 10 de enero, «el cura había estado chateando con su hija y que un familiar que sí entiende español le había indicado que en los mensajes el cura le pedía a la niña quedar para comprarle más ropa». Pero no sólo porque, inmediatamente después, «le ofrecía tener relaciones sexuales con él», señala la denuncia.
El siguiente mensaje del cura había sido el vídeo sexual, en el que «comienza a masturbarse hasta eyacular». La investigación se centra en comprobar que el móvil desde el que la niña recibe los mensajes es propiedad del párroco O. F. L., además de identificarlo físicamente, porque la madre había dicho que era «albino». Las pesquisas le permiten constatar a la Policía Nacional que «efectivamente se trata del hombre que aparecía masturbándose en el vídeo».
Atestado policial en el que se recoge también el momento en el que la madre de la menor de 13 años había acudido de nuevo a la Policía para retirar la denuncia, tal y como adelantaba en su día este periódico, lo que obliga a abrir una «diligencia de negativa a denunciar».
En ella, recuerda El Diario de Valladolid, se hace constar que tras la citada entrevista –en la que relataba todos los hechos y los mensajes del cura a la niña– la madre, acompañada de un intérprete y de un letrado, comunica «que no quieren denunciar el hecho, dado que van a regresar a su país y no quieren involucrarse en un proceso penal, ya que tienen miedo».
En ese momento se le solicita que entregue el vídeo y «los medios de prueba», a lo que la madre se niega, «reiterando en varias ocasiones que no quería denunciar nada». La Policía, que ya había visto el vídeo, le pide que no lo destruya ni las conversaciones del chat. Es ahí cuando la Policía le informa de que, al tener conocimiento del hecho la Policía, puede denunciar el Ministerio Fiscal, como así sucede ante el Juzgado de Instrucción número 1.
Detención del cura
Al día siguiente, el 11 de enero, en un nuevo atestado consta la recepción del auto judicial en el que se ordena la intervención del móvil de la niña y sus «conversaciones de whatsapp», y la detención del parróco de Angustias por corrupción de menores y un delito contra la libertad e indemnidad sexual de un menor. El arresto del sacerdote se produce en la mañana del domingo día 12 de este mismo mes, momento en el que se le interviene también el teléfono.
Una de las cuestiones que más llama la atención a los agentes que investigan el caso, en palabras de las fuentes de la investigación consultadas por este periódico, es la frialdad con la que el cura se comportaba en el momento de su detención y que mantendría no sólo ante la Policía, sino también en el momento de tener la vista ante el titular de Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid.
«Me niego a declarar». Esa había sido la lacónica respuesta del párroco en el momento de ser detenido y ante el juez. Eso sí, al prohibirle acercarse a la menor no dudó en pedir que la madre no volviera a pedir limosna a la puerta de la iglesia para que él pudiera decir misa, si quería. De esta forma, según detallan las fuentes consultadas que dijo el capellán, no incumpliría con su orden de alejamiento. A la mujer no se le ha vuelto a ver pidiendo limosna ni al cura decir misa porque el arzobispado de de Valladolid, que sigue guardando silencio, retiraba a O. F. L. del servicio y lo mantiene recluido en su domicilio.
Tras esta vista, el magistrado titular de Instrucción deja en libertad provisional al cura con la prohibición expresa de acercarse a menos de 300 metros de la menor, además de no poder comunicarse con la niña por cualquier medio y la obligación de firmar en el juzgado el primer día de cada mes.
En cuanto a los cargos a los que se enfrenta O. F. L., el sacerdote de las Angustias habría incurrido, siempre según el auto judicial, en un delito contra la libertad e indemnidad sexual de una menor de 16 años, recogido en el artículo 183 del Código Penal.
El cura podría enfrentarse a una multa de doce a 24 meses y una pena de prisión que oscilaría entre uno y tres años, tal y como marca la legislación para «el que a través de internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un menor de dieciséis años y proponga concertar un encuentro con el mismo, siempre que tal propuesta se acompañe de actos materiales encaminados al acercamiento».
Tanto la víctima como su madre están citadas a declarar el día 5 de febrero, y también en torno a esa fecha la menor se someterá a una exploración realizada por el equipo psicosocial del Instituto de Medicina Legal para determinar en qué grado se encuentra afectada tras el ataque sexual del capellán de las Angustias.
Tras varios días transcurridos desde la detención del párroco y de que salieran a la luz las primeras informaciones sobre lo sucedido, el Arzobispado continúa sin cambiar su postura.
Al igual que durante los últimos días, la archidiócesis se mantiene en silencio, derivando cualquier pregunta sobre el caso al comunicado publicado horas después de la detención del sacerdote. De hecho, otras fuentes relacionadas con la institución eclesiástica con las que ha intentado contactar este periódico también se mantienen en un silencio hermético. Tampoco hay cambios en su página web, donde O. F. L. continúa apareciendo con el cargo de rector capellán de la iglesia penitencial Nuestra Señora de las Angustias, tanto en su ficha personal como en la propia del templo.
Foto: Diario de Valladolid