Ha sido en Japón donde un hombre de 27 años ha sido investigado por usar la IA Stable Diffusion para crear una imagen supuestamente reproducida de una obra protegida. ¿Por qué es relevante algo así? Básicamente, porque este caso podría marcar un hito jurídico en torno a la creación de imágenes mediante IA generativa.
Este japonés ha sido acusado por las autoridades locales de una violación de derechos de autor pese a que la imagen fue presuntamente creada por un modelo de IA generativa, en concreto Stable Diffusion. La diferencia respecto a otros casos es que esta imagen generada por IA se utilizó como la portada de un libro que llegó a comercializarse.
Hasta ahora, los casos legales vinculados al copyright por IA se han centrado en el desarrollador del modelo
Así es, la gran mayoría de los casos legales vinculados con imágenes generadas por IA se han centrado en los desarrolladores de los modelos de IA, y no en el usuario final que les da uso. De esta forma, lo que sucede en Japón podría constituir una primera vez en que el usuario final es objeto de procedimiento criminal por haberse servido de la IA para generar una obra que aparentemente reproduce o imita una creación protegida, con el agravante de que dicha imagen se vendió.
Según los informes, este usuario japonés habría generado unas 20.000 imágenes con el modelo de IA Stable Diffusion. Tras los resultados obtenidos, seleccionó una imagen que supuestamente tenía una similitud sustancial con una obra protegida por derechos de autor y la utilizó para producir y vender una obra comercial. Lo que más peso añade al caso es la presunta intención.
En concreto, la demanda afirma que el acusado dio instrucciones precisas al modelo de IA para reproducir una imagen concreta con derechos de autor. Este simple hecho podría diferenciar el caso de otros precedentes donde las imágenes generadas fueron menos controladas o más exploratorias. Según el experto en leyes citado, se planteará la cuestión de si la intención y el control operativo sobre la IA deben entrar en la determinación de una infracción criminal de derechos de autor.
Ahora bien, el usuario de Japón podría salvarse de cualquier procedimiento legal por usar la IA
Pese a la investigación, aunque las autoridades locales recomendaron acusar al usuario, aún se desconocen aspectos muy significativos. Entre ellos, que se desconoce qué creación específica con derechos de autor se consideró violada, ni si el propio titular de esos derechos fue quien impuso la demanda, algo que podría debilitar el caso.
Como precedentes, en Reino Unido hubo un caso similar presentado por la compañía detrás del modelo de Getty Images, el cual no logró prosperar. En Estados Unidos, se indicó que las imágenes generadas por IA no son susceptibles de protección de derechos de autor tradicional. De esta forma, una eventual condena hacia este usuario podría cambiar el panorama, especialmente si se demuestra que manipuló los parámetros de la IA con el objetivo de replicar un trabajo protegido, abriendo la puerta a una responsabilidad directa también para los usuarios de IA generativa.
Fuente:elchapuzasinformatico.com
