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Después de 80 años Indemnizan a víctimas italianas de crímenes nazis

En octubre de 1943, después de que los nazis iniciaran una brutal ocupación de su antiguo aliado, las tropas alemanas ahorcaron a seis civiles italianos en una ladera del sur de Italia como castigo colectivo por el asesinato de un soldado, que había estado buscando comida.
Ochenta años después, algunos de los familiares de los hombres ejecutados en Fornelli recibirán parte de los 12 millones de euros concedidos por un tribunal italiano como indemnización por el trauma sufrido por sus familias.
«Seguimos conmemorando la tragedia año tras año. No se ha olvidado», afirma Mauro Petrarca, bisnieto de uno de los asesinados, Domenico Lancellotta, católico romano de 52 años y padre de cinco hijas y un hijo.
Todos menos uno de los familiares que vivían en el momento de los asesinatos han fallecido, pero según la legislación italiana, las indemnizaciones que se les debe pueden pasar a sus herederos. Por ello, Petrarca recibirá unos 130.000 euros en virtud de una sentencia judicial de 2020.
Pero curiosamente, será Italia y no Alemania quien pague, después de que la primera perdiera un litigio en la Corte Internacional de Justicia sobre si Berlín seguía siendo responsable de los daños relacionados con los crímenes y atrocidades de la Segunda Guerra Mundial.
Pago de daños
En 1962, Alemania firmó un acuerdo con Italia por el que pagaba a Roma 40 millones de marcos alemanes, equivalentes a algo más de mil millones de euros hoy, que ambas naciones acordaron que cubrían los daños infligidos por las fuerzas nazis al Estado italiano y a sus ciudadanos.
Italia concedió pensiones a los perseguidos políticos o raciales durante el conflicto y a sus familiares supervivientes. Sin embargo, no ofreció reparaciones por crímenes de guerra.
«No tuvieron en cuenta los crímenes de guerra y esto fue un error. Quizá en aquel momento pensaron que todo el mundo había cometido crímenes de guerra, no sólo Alemania», declaró Lucio Olivieri, abogado que dirigió el litigio del caso Fornelli.
En 1994, se encontró en las oficinas de la fiscalía militar de Roma un armario lleno de expedientes que documentaban cientos de crímenes de guerra que nunca habían sido juzgados.
A raíz del llamado armario de la vergüenza, Italia intentó juzgar a los nazis por su participación en múltiples masacres, y los tribunales empezaron a conceder indemnizaciones a las víctimas.