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El manotazo de los Macron se suma a otras turbulentas anécdotas políticas

Desde la desastrosa caída del presidente de EE.UU. Gerald Ford hasta la no comparecencia del presidente ruso Boris Yeltsin, muchas figuras políticas han sufrido diversas turbulencias al subir y bajar de un avión.
Ha sido un manotazo sonado: Brigitte Macron parecía dar un guantazo al presidente francés antes de bajar del avión a su llegada a Vietnam. Pero, ¿fue un empujón o una broma? Él dice que fue una broma, pero el vídeo ha dado mucho que hablar. La pareja presidencial francesa se disponía a desembarcar a su llegada a Vietnam en una gira oficial por el sudeste asiático.
En las imágenes que han dado la vuelta al mundo, Brigitte le pone la mano en la cara a Emmanuel en lo que parece un manotazo agresivo. La escena ha despertado muchos rumores sobre la pareja.
Tras el incidente, Emmanuel Macron reacciona de inmediato y saluda a las cámaras como si no pasara nada. Momentos después, el jefe de Estado y su esposa, quienes se conocieron cuando el presidente francés era estudiante menor de edad en el centro donde ella trabajaba como profesora, bajan del avión para iniciar su visita oficial. Él le ofrece su brazo para bajar las escaleras del avión, pero ella parece no verlo.
Sin embargo, otros líderes mundiales se vieron envueltos en momentos embarazosos que quedaron grabados para la posteridad, desatando la ironía y la sátira por esos instantes vergonzosos. Veamos algunos ejemplos notorios:
La caída de Gerald Ford
El presidente estadounidense Gerald Ford resbaló y se cayó en junio de 1975 mientras bajaba la escalerilla del Air Force One en Salzburgo (Austria). El incidente fue captado por las cámaras y de repente se convirtió en objeto de sátira. Ford achacó el resbalón a una antigua lesión de rodilla, pero este episodio le dio fama de vagabundo, que fue utilizada por el famoso cómico Chevy Chase parasus sketches.
El incidente se convirtió en un problema para la campaña de reelección de Ford al año siguiente, contribuyendo a la percepción de torpeza durante su presidencia. Ford perdió las elecciones frente a Jimmy Carter.

La complicada relación de Biden con las escaleras
Otro presidente estadounidense al que las escaleras le resultaron complicadas fue Joe Biden, que sufrió múltiples tropiezos al subir al Air Force One. En marzo de 2021, tropezó tres veces al subir las escaleras en la Base Conjunta Andrews, lo que la Casa Blanca atribuyó al viento. Biden incluso se tomó un momento para quitarse el polvo de las rodillas antes de subir al avión. Un incidente similar ocurrió en 2023, desatando dudas sobre su estado físico.

Trump: un paraguas rebelde y papel higiénico pegado al zapato
A pesar de evitar incidentes graves, Donald Trump también ha tenido problemas en ocasiones para subir y bajar las escaleras de un avión. En octubre de 2018, se le vio desprenderse de un paraguas sobre las escaleras del Air Force One mientras subía al avión.
En otra ocasión, sele vio con un trozo de papel higiénico pegado a la suela del zapato, mientras subía al avión Air Force One con destino a Minnesota. En junio de 2020, se le observó bajando cautelosamente una rampa en West Point, lo que desató discusiones sobre su salud. Más tarde explicó que la rampa era «muy larga y empinada» y carecía de pasamanos.

La caída de una primera dama de Indonesia
En noviembre de 2022, la entonces primera dama de Indonesia, Iriana, tropezó al bajar las escaleras del avión presidencial, del brazo de su marido, Joko Widodo. La pareja presidencial aterrizó en el Aeropuerto Internacional Ngurah Rai, para participar en la cumbre del G20. Iriana fue asistida inmediatamente por el equipo de seguridad presidencial e, ilesa, pudo continuar con sus compromisos programados.
Boris Yeltsin no bajó del avión en Irlanda
A veces, encontrar las escaleras puede resultar demasiado complicado. Fue el caso del presidente ruso Boris Yeltsin, que aterrizó en Irlanda en 1994 para una visita oficial, pero no llegó a salir del avión.
El entonces Taoiseach irlandés Albert Reynolds y sus ministros se quedaron perplejos en la alfombra roja del aeropuerto de Shannon, esperando en vano al primer ministro ruso. Las autoridades rusas ofrecieron varias excusas para justificar su ausencia: estaba «indispuesto» tras un vuelo agotador. Sus guardaespaldas no se atrevieron a despertarle.
Sin embargo, el incidente despertó muchos rumores y la mayoría de las opiniones coincidían en que estaba demasiado borracho para bajar las escaleras. Yeltsin escribió a Reynolds disculpándose por el «desafortunado percance» que impidió su encuentro. Yeltsin le invitó a visitar Rusia al año siguiente.
Fuente:es.euronews.com