Opinión
#ElAcentoDeHoy Muchas veces el mejor amigo, es el peor enemigo, se apellide Barlett Díaz o como tantos otros miles.
De todos los aliados y amigos de viaje de Andrés Manuel López Obrador, quien se lleva el trofeo de primer lugar de incomodidad para los propósitos discursivos del Presidente, es Manuel Barlett Díaz.
El poblano es ese antiguo funcionar del antiguo régimen dentro del que fue gobernador, senador, Secretario de Educación Pública y hasta el Secretario de Gobernación a quien se le atribuye la “caída del sistema” que impidió el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 frente al candidato priísta Carlos Salinas de Gortari.
Su pago por aquel hecho fue ser titular de la SEP y después gobernador de su natal Puebla, ya avanzados los años, se pasó a la izquierda de la que fue senador de 2012 a 2018. Ahí con su postura en contra de la reforma energética se convirtió en uno de los principales aliados del actual Presidente, tanto que le nombro al frente de la Comisión Federal de Electricidad.
La sombra del pasado, su relación con los narcotraficantes, con el asesinato del periodista Manuel Buendía y con múltiples actos de corrupción, se suma su presente en una declaración falsa de su patrimonio y su nada clara relación empresarial con quien es su pareja de vida pero no es su esposa, hace días su hijo fue noticia porque sin ser empresario, ni productor de ventiladores de los que se usan para intubar a los enfermos graves de covid 19 los vendió al mayor precio del mercado posible y hasta hoy el IMSS no da una explicación convincente de porque se lucra con la necesidad de la pandemia. En esas estaban cuando ahora sale un nuevo escándalo de la casa de la campaña Presidencia del AMLO en la que Barlett le arrendaba por un precio de 130 mil pesos mensuales.
Con esos amigos del Presidente, no le hacen falta tanto sus enemigos. Un mal de los anteriores presidentes, sostener a sus amigos y familiares corruptos contra viento y marea que le cuesta mucho a López Obrador pero que veremos que lo tolerará en contra del viento y en contra de la marea.
