Después de haber realizado una segunda evaluación crediticia al tercer trimestre de 2025, la agencia internacional Moody’s emitió un comunicado de prensa, publicado el pasado 18 de diciembre, en su página oficial y en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), mediante el cual informó que el estado de Hidalgo subió su calificación crediticia a AA.mx con perspectiva positiva, reconociendo los avances en el manejo responsable de las finanzas públicas y ubicando a Hidalgo entre las tres entidades mejor evaluadas del país.
Con ello, la administración del gobernador Julio Menchaca Salazar reafirma su compromiso de mantener un manejo responsable de las finanzas públicas, consolidando la estabilidad económica y garantizando el bienestar de las familias hidalguenses.
En su publicación, Moody’s destacó que “el alza en la calificación refleja la muy fuerte posición de liquidez con un bajo nivel de endeudamiento, además de la mejora continua en los ingresos propios del estado que permitirá a Hidalgo registrar resultados financieros equilibrados en 2025”.
La agencia también subrayó que “Hidalgo mantiene una fuerte posición de liquidez, con una razón de efectivo a pasivos circulantes equivalente a 5.2x al cierre de 2024, muy por arriba de sus pares”, y que el endeudamiento proyectado para 2025-2026 se mantendrá bajo, en torno al 15.1% de los ingresos operativos.
La agencia calificadora destacó que “a septiembre de 2025, los ingresos propios crecieron 15.9%, comparado con el mismo periodo del año anterior”, refiriendo además que “la mayor recaudación reduce la dependencia del estado en transferencias federales, respaldando su espacio fiscal”. Asimismo señaló que “la economía regional de Hidalgo también se ha beneficiado de inversiones privadas, lo cual es positivo para la recaudación estatal y el crecimiento de sus transferencias federales”.
Estos resultados posicionan a Hidalgo entre las entidades con mejor desempeño financiero del país. Las evaluaciones reflejan la disciplina fiscal, la eficiencia administrativa y la transparencia en el ejercicio del gasto, factores determinantes que han permitido fortalecer la confianza de inversionistas y organismos financieros.
