Con un arreglo floral, celebraron el 41 aniversario luctuoso de Rodolfo Guzmán Huerta, actor y luchador profesional, mejor conocido como Santo, el enmascarado de plata.
A un costado de la zona de museos, donde se encuentra su escultura, luchadores de la región profesionales, así como funcionarios municipales y público en general acudieron al recordar al ídolo de las multitudes que perdiera la vida el 5 de febrero de 1984 por un infarto de miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita, de la Ciudad de México.
Rodolfo Guzmán Huerta nació en Tulancingo, Hidalgo, el 23 de septiembre; como luchador peleó de 1942 a 1982, periodo de cuatro décadas en el que nunca fue desenmascarado.
Desde los años 50 en México era un héroe popular y un símbolo de la justicia para las personas, ya que su personaje trascendió el ámbito de la lucha libre y se transformó en un superhéroe al lograr un manejo muy hábil de su imagen en diversos medios masivos. Fue transformado hacia 1952 en héroe de historieta con la publicación semanal Santo, El Enmascarado de Plata.
Fue protagonista durante 52 películas, con argumentos donde actuaba como superhéroe luchando contra criaturas sobrenaturales, científicos locos o el crimen organizado.