Estrella de la NFL rechaza ser parte del plan de Donald Trump

En un gesto inusual en la siempre medida relación entre deportistas y política, Saquon Barkley, corredor de  Eagles y uno de los rostros más reconocidos de la NFL, rechazó públicamente una invitación del presidente Donald Trump para formar parte del Consejo de Deportes, Aptitud Física y Nutrición.

La negativa de Barkley, pronunciada de forma calmada pero firme, ocurrió luego de que Trump lo mencionara como uno de los integrantes del renovado consejo.

Durante un discurso en el que anunció la reactivación del Examen Presidencial de Aptitud Física en escuelas públicas, una iniciativa con ecos de la era Reagan.

“Hace un par de meses, mi equipo se enteró del consejo, así que no estoy muy familiarizado con él».

«Sentí que iba a estar muy ocupado, así que mi familia y yo pensamos que probablemente lo mejor sería no aceptarlo”, explicó Barkley ante los medios de comunicación que cubren a Eagles.

La declaración dejó al descubierto una descoordinación llamativa. Barkley no sólo negó haber aceptado la invitación, sino que confesó su sorpresa al ser mencionado públicamente como parte del grupo de asesores presidenciales.

“Sin duda, me sorprendí un poco cuando mencionaron mi nombre”, añadió.

Una invitación incómoda en clima electoral

La decisión del presidente Trump de revivir el consejo, una figura creada originalmente en 1956 por Dwight D. Eisenhower y popularizada en los años 80.

Barkley y el presidente mantienen una relación amistosa. Un día antes de la visita oficinal de Eagles a la Casa Blanca, amboos pararon el día.  Trump se dirigió a los periodistas reunidos en el aeropuerto y dijo sobre Barkley: «¡Qué buen tipo!».

Históricamente, el consejo ha contado con la presencia de deportistas ilustres como Arnold Schwarzenegger o Billie Jean King. Pero en esta ocasión, la selección de nombres parece haber sido apresurada o mal gestionada.

Los otros deportistas reciéntemente nombrados por la Casa Blanca nombrados a Consejo  incluyen al golfista Bryson DeChambeau,  el comisionado de la NHL Gary Bettman, la estrella defensiva de los San Francisco 49ers Nick Bosa,  el pateador de los Kansas City Chiefs Harrison Butker, entre otros.

El caso de Barkley es especialmente simbólico, no sólo por su estatura mediática, sino por el hecho de que no es un habitual participante en causas políticas visibles.

Más allá del terreno de juego

A los 28 años, Barkley no es un corredor más.

Tras dejar a los Giants en medio de una disputa salarial, Barkley encontró en Filadelfia un hogar donde lo valararon económicamente. Con Eagles conquistó el pasado Super Bowl para coronar una de las mejores temporadas para un jugador de su posición.

Aunque Barkley evitó entrar en detalles ideológicos, el momento de su declaración no pasa desapercibido. En tiempos donde la intersección entre deporte y política vuelve a ocupar titulares, su gesto se convierte en una declaración silenciosa.

Fuente: excelsior