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EUA recibió Información sobre complot Iraní para asesinar a Trump
En la investigación del intento de asesinato de Donald Trump el pasado 13 de julio han emergido graves fallos de seguridad que permitieron a Thomas Matthew Crooks disparara a la cabeza del expresidente, errando el tiro por apenas unos milímetros, a pesar de que su seguridad estaba reforzada por una reciente amenaza de Irán.
Testigos interrogados por la policía judicial revelaron que vieron a Crooks, de 20 años, encaramado sobre el tejado del edificio que estaba a unos 150 metros del atril en el que iba a hablar Trump. Los testigos advirtieron a un agente de policía y hasta grabaron vídeos.
Este martes, se supo que la inteligencia de EE.UU. recibió pistas de que el régimen iraní tenía un complot para matar a Trump, pero no hay constancia de que el asesino del sábado tuviera relación con este plan. El Servicio Secreto estaba al tanto y en teoría había reforzado la seguridad en la escolta del presidente.
El Servicio Secreto, que se encarga de la seguridad del expresidente, dejó el edificio al que Crooks se encaramó fuera del perímetro de seguridad, y lo había identificado como un posible riesgo. Aun así, era accesible fuera del perímetro del mitin, y por tanto no estaba bajo vigilancia constante.
El portavoz del Servicio Secreto, Anthony Guglielmi, dijo este martes que los agentes que escoltaban al presidente se coordinaron con la policía local de Butler, Pensilvania, donde tuvo lugar el mitin. Cerca de la tarima donde hablaba el expresidente había francotiradores, uno de los cuales mató a Crooks después de que disparara.