Opinión
Evitación de las noticias
El pesimismo y amarillismo de las noticias está alejando a los lectores de los medios de comunicación. La lucha por la trascendencia momentánea, el click rápido y el like sencillo han despojado de veracidad a la información. La presencia está venciendo a la permanencia de lo que se publica. Nos interesa estar enterados para olvidar lo más pronto posible. Esto es un fenómeno que ocurre en casi todos los países y que ha sido identificado como “news avoidance” (evitación de las noticias). Lo que es, consecuencia lógica de la “infoxicación”, la cual se refiere “al exceso de información que recibimos a diario desde la llegada y masificación del internet y redes sociales. En consecuencia, esta sobrecarga abruma, cansa y desemboca en problemas que pueden estar afectando la salud mental”.
Estudios como el del Digital News Report del Reuters Institute han detectado en el último lustro un incremento en el porcentaje de quienes evitan el consumo de noticias porque les generan emociones negativas que impactan en su estabilidad emocional. Incluso describen la naturaleza de las noticias como “deprimente o abrumadora”.
En septiembre de 2023, Julián Alejandro Ríos Gutiérrez publicó en el portal The Conversation: “Con el panorama dantesco que pintan en ocasiones los medios, pareciera entendible que las personas se alejen de las noticias para ejercer su legítimo derecho a ser felices y a aprovechar su tiempo libre en un esparcimiento que les traiga dicha.
Por ello, entre la variedad de retos del periodismo en la era digital, uno de ellos consiste en encontrar ángulos positivos para sus contenidos, una premisa básica del periodismo de soluciones. Los mismos encuestados del Digital News Report 2023 prefieren estos enfoques y al 46 % le agrada el periodismo de soluciones.
Además del fondo, también la forma importa. Los periodistas y comunicadores debemos explorar formatos y narrativas más ágiles, creativas y atractivas, con la misma frescura que los influencers, pero al mismo tiempo, con los valores de rigor y calidad, propios del periodismo profesional”.
Juan Ramón Muñoz Torrea afirma que “el interés informativo es como una especie de piedra filosofal que, desde siempre, han buscado afanosamente los medios de comunicación. Todo lo que se toca con ella se convierte en dinero. Las ventas de productos periodísticos o de espacios publicitarios dependen principalmente del interés; de ahí que sea preciso buscar lo que más interesa al público, porque eso es lo que más beneficios económicos o ideológicos reporta.
Esto es tan evidente que, en una profesión como la periodística, no muy dada a los consensos, parece que hay un acuerdo unánime en señalar que el interés informativo ocupa un lugar privilegiado en ella, hasta el punto de que se lo considera uno de los principales criterios de selección. De ahí que se suela sostener implícitamente el principio de que «sólo lo que sea de interés general debe ser publicado». Ahora bien: ¿Todo lo que genera interés es trascendente para el ser humano?