Pese a que el Grupo Universidad (GU) se ha convertido en un lastre para Morena, hay quienes como su dirigente, Marco Antonio Rico, se empecinan en sostenerlo y apoyarlo sin importar los graves escándalos en los que ha estado envuelto – represión en la UAEH, corrupción en Tepeapulco-, y que sin duda, se volverá en su contra de cara a las elecciones del 2024.
De hecho, la crisis por el regreso del porrismo sosista en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), ya obligó al primer posicionamiento trascendental; Claudia Sheinbaum dio a conocer en su visita a la entidad, que no quiere saber nada del Grupo Universidad ni tener vínculos con sus integrantes tras conocer que ellos estuvieron detrás de la represión estudiantil del 19 de septiembre.
Y es que ya comienza a pesar para el Movimiento de Regeneración Nacional tener en sus filas a represores, autoritarios y gobernantes fascistas como sucede en Tepeapulco, donde la alcaldesa Marisol Ortega, puesta ahí por Gerardo Sosa Castelán, ha sometido a la población y la disidencia con el garrote y se ha bañado en la vorágine de la corrupción.
Morena, si hoy fueran las elecciones, tendría perdido ese municipio con amplio margen debido al autoritarismo con que ha gobernado Ortega López, agrediendo hasta a los regidores de Morena y a la propia oposición; sus funcionarios se desenvuelven con arrogancia y soberbia y tratan con desdén a la población.
El problema de la alcaldesa no es menor, pues se encuentra envuelta en graves problemas de corrupción que a tres años de Gobierno ya no sabe como ocultar y sólo los ha librado debido a la protección que tiene en la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH), donde le protegen las espaldas funcionarios del mismo Grupo Universidad insertos ahí adentro.
Hoy Ortega López visita una y otra vez al contralor Álvaro Bardales -a quien los siguen ya fuertes rumores de corrupción –, en busca de apoyo para resolver el grave problema en que está metida.
Expertos en acarreo y movilización del estudiantado universitario, el GU condicionó a cientos de jóvenes el 2 de agosto del 2022 para sufragar en apoyo a Marisol Ortega cuando fue la elección para consejeros estatales, apabullando a los opositores y dando mayor poder a esta fracción rancia y corrupta que llevo a Marisol Ortega a ser la presidenta del Consejo Político Estatal de Morena.
Hoy Morena Hidalgo no sabe que hacer con el GU al tenerlos enquistados hasta la médula sin embargo, las bases morenistas reclaman un proceso de depuración para sacarlos. «Morena se está hundiendo por tener al GU allá adentro. Si no hacemos algo hoy, nos va a pasar lo que al PRI que los tuvo por años y acabó pudriéndose con ellos», afirmó un consejero estatal, que demanda que esa fracción se vaya de Morena.
¿Pero no será difícil sacarlos puesto que ya tienen varios puestos de poder en Morena?, se le preguntó.»
«Si claro, pero lo hacemos o nos carga la chingada al partido y a todo el proyecto de la 4T», indicó.
Susana Ángeles es la otra alcaldesa salida del GU y que también está dejando un saldo negro en su municipio pese a que presuntamente rompió con ellos, sin embargo, en los hechos gobierna con el mismo autoritarismo e indiferencia que toda la «Sosa Nostra» y para muestra el conflicto que se vive con Tolcayuca, donde la alcaldesa es señalada de omisa, amén de la inseguridad y los innumerables problemas gestados en el actual periodo.
Otro alfil del sosismo en la diputada federal Lidia García, presidenta también del Patronato Universitario, quien pese a decirse morenista y enarbolar los postulados de «no robar, no mentir y no traicionar» ha guardado un silencio cómplice sobre la represión en la UAEH en vez de condenarlos enérgicamente.
Sólo quien tuvo el valor civil de hacerlo, fue la legisladora local, Sharon Macotela, quien incluso pidió la comparecencia del rector Octavio Castillo, ante el Congreso local, por los actos de «terrorismo» contra los estudiantes y padres de familia, que en vez de protegerlos, los agredió.
Uno de los agresores del 19 de septiembre, Esteban Rodríguez, presidente del Consejo Estudiantil, empapado del cinismo sosista, subió a redes sociales un video donde justifica la represión, victimiza a los verdugos y no se conduele por los estudiantes y padres de familia agredidos. El video fue «tumbado» por la sociedad y los estudiantes a las pocas horas.