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Hallan los cuerpos de 2 inmigrantes en un río entre Polonia y Bielorrusia

Los investigadores están realizando una autopsia para determinar la identidad de los inmigrantes y la causa de su muerte.
Las autoridades han recuperado dos cadáveres en el río Bug, que discurre entre la frontera de Polonia y Bielorrusia. Se cree que son hombres inmigrantes que habían intentado cruzar la frontera hacia territorio polaco.
Según Katarzyna Gągolińska, policía de Biała Podlaska, los investigadores están realizando una autopsia para determinar la identidad y la causa de la muerte de los cadáveres, que estaban muy descompuestos cuando los encontraron. La guardia fronteriza polaca afirma que desde principios de este año se han producido casi 300 intentos de cruce en la provincia de Lublin.
Dariusz Sienicki, capitán de la unidad de la Guardia Fronteriza del río Bug, afirma que hay una tendencia al alza en comparación con el año anterior. En 2024, unas 530 personas intentaron cruzar ilegalmente la frontera. En las últimas 24 horas, las autoridades han rescatado a 13 personas del río Bug en otro municipio de la provincia de Lublin. Estos eran ciudadanos de Afganistán, Siria y Pakistán, ha dicho Sienicki.
El viceministro polaco de Interior, Maciej Duszczyk, ha asegurado que los fallecidos «fueron empujados al agua por los servicios bielorrusos» a mediados de marzo. Duszczyk ha afirmado que se trata de una táctica utilizada como provocación por parte de Bielorrusia.

Varsovia ha acusado a su vecina Bielorrusia de atraer a solicitantes de asilo de países de África y Oriente Próximo y empujarlos hacia la frontera polaca para desestabilizar Polonia y al conjunto de la Unión Europea. Las autoridades afirman que se trata de una represalia del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, por las sanciones impuestas a Minsk por la UE, en coordinación con el Kremlin.
A finales de marzo, Polonia suspendió temporalmente el derecho de asilo de los inmigrantes que llegaban por su frontera bielorrusa. Esta medida fue muy criticada por los grupos de derechos humanos, que temen que pueda agravar la actual crisis humanitaria.
La zona fronteriza es conocida por su terreno peligroso y sus duras condiciones, como la exposición a gélidas temperaturas invernales y el acceso inadecuado a alimentos, refugio y ayuda. Junto con las barreras físicas impuestas por el Gobierno polaco, el bosque se ha convertido en una trampa mortal para las personas que viajan a la frontera, lo que a menudo se traduce en un importante número de heridos, desaparecidos y víctimas mortales.
Fuente:es.euronews.com