Como parte de su compromiso con la educación innovadora y la investigación aplicada, el Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAp) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) adquirió el equipo necesario para implementar un invernadero automatizado en la Ciudad Universitaria de Tulancingo, para que las nuevas generaciones puedan involucrarse plenamente en la producción agrícola protegida de manera eficiente y sostenible.
Benito Flores Chávez, jefe del Área Académica de Ciencias Agrícolas y Forestales en el ICAp, explicó que esta tecnología permite monitorear y controlar variables como la temperatura, la humedad y el riego, con el objetivo de optimizar el crecimiento de los cultivos. A través de sensores avanzados, el sistema ajusta automáticamente las cortinas para regular la temperatura y activa calentadores en caso de heladas, creando un microclima apto para el cultivo.
Al controlar las condiciones, se pueden reducir considerablemente las pérdidas, lograr un uso más eficiente de los recursos, ya que la tecnología especializada supervisa que cada cultivo reciba la cantidad precisa de nutrientes y de agua para evitar el desperdicio, reduciendo, a su vez, la contaminación por lixiviación. “Cuando se riega en exceso, los fertilizantes se filtran al suelo, quedando fuera del alcance de las raíces y llegando a los mantos acuíferos”, explicó.
Inicialmente, el invernadero se planteó para la Licenciatura en Ingeniería Forestal, con el fin de conocer los diferentes tipos de agricultura existentes. No obstante, despertó el interés de las licenciaturas en Gestión de Negocios Agropecuarios, Alimentación Sustentable e Ingeniería en Biotecnología, para impulsar un proyecto integral y multidisciplinario donde puedan aplicar sus conocimientos en producción agrícola, sustentabilidad, agroindustria y comercialización de productos.
Durante las prácticas se cultivan jitomate, pepino y brócoli, por lo que a partir de ahora, estos volúmenes serán aprovechados por el estudiantado Garza, no solo para que adquieran una visión integral de la cadena productiva, sino para que vivan la experiencia completa, desde la siembra hasta la comercialización.
“La agricultura protegida incrementa los rendimientos, y cuando se implementa tecnificación, estos son aún mayores, pues no solo se mejora la cantidad de la producción, así como su calidad. Todo esto sin olvidar que se optimizan los recursos, como el agua y los fertilizantes, lo que lleva a una reducción de costos”, indicó Flores Chávez.
Esto refleja el esfuerzo de la UAEH por fortalecer la formación de profesionales preparados para los retos del sector agroalimentario, además, demuestra el compromiso con la innovación, la sustentabilidad y el desarrollo de soluciones agrícolas avanzadas mediante el uso de tecnología de vanguardia que beneficia a la sociedad.