Paradigma

Identidad y recuerdo en las pantallas: Memorias que no olvidan

Rosalía Guerrero Escudero

La memoria es un territorio que no se agota. A veces se escribe con palabras, otras con imágenes. En el XIII Simposio Internacional Multidisciplinario de Estudios sobre la Memoria (SIMEM), celebrado bajo el eje Desplazamientos, nostalgia y pertenencia, realizado por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) el pasado mes de octubre, la mesa “Narrar el recuerdo: memorias en texto y pantallas” ofreció un recorrido por historias donde la memoria personal y colectiva se entrelazan con las narrativas audiovisuales contemporáneas.

El primer ponente, Miguel Iván Martínez, maestrante de la BUAP, presentó “Ficción y memoria en diálogo: ecos de El Eternauta (2025)”. Su análisis parte del lanzamiento de la serie de Netflix basada en la histórica historieta argentina de Héctor Germán Oesterheld, autor que fue perseguido político y desaparecido durante la dictadura militar. Martínez destacó cómo esta nueva versión reabre heridas y preguntas sobre la identidad, especialmente las de los hijos y nietos de los desaparecidos. A través de la serie, la figura del autor —que perdió a sus hijas y recuperó a su nieto años después— se convierte en símbolo de una memoria que busca justicia. En esta narrativa, el entretenimiento se vuelve también un espacio para la denuncia y la recuperación de la verdad.

A continuación, Michelle Guadarrama Robles, estudiante de la Licenciatura en Comunicación de la UAEH, presentó la ponencia “Análisis crítico del discurso e intertextualidad en la serie Pachinko”. Basada en la novela de Min Jin Lee y producida por Apple TV, esta historia aborda las tensiones históricas entre Corea del Sur y Japón durante la Segunda Guerra Mundial, con especial énfasis en la diáspora Zainichi. Guadarrama explicó cómo las series de streaming transforman los hechos históricos en experiencias emocionales, adaptando la historia para el público global manteniendo su trasfondo político. Su estudio propone que cada serie es también un espejo cultural donde los espectadores reconfiguran su comprensión del pasado.

Por último, Flor de Liz Mendoza y Hugo Israel López, profesores investigadores de la Facultad de Comunicación de la BUAP, presentaron “El viaje narrativo hacia el exilio de la memoria: El Padre (Zeller, 2021)”. Esta ponencia abordó la fragilidad de la identidad frente a la pérdida de la memoria por demencia senil. A través de la historia de un hombre que se enfrenta a su desvanecimiento interior, los autores invitan a reflexionar sobre cómo la memoria y las interrelaciones sostienen nuestra noción de quiénes somos. Cuando esta se apaga, también lo hace el entramado de relaciones que nos definen.

En conjunto, las tres ponencias convergieron en una idea central: la memoria es el cimiento de toda identidad. Ya sea por causas políticas, históricas o médicas, perderla significa romper los vínculos que nos conectan con el pasado y con los otros. Sin memoria, la identidad se fragmenta; con ella, los pueblos y las personas encuentran fuerza para reconstruirse y lograr una identidad.

En un tiempo donde las plataformas digitales reescriben nuestras historias y recuerdos, cabe preguntarse: ¿qué tanto de nuestra memoria está basada en nuestras vivencias personales y cuánto por las pantallas?

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