Tropas militares y tanquetas se desplegaron este miércoles 26 de junio frente a la sede del gobierno de Bolivia, en La Paz, y trataron de tumbar una puerta del palacio presidencial en un intento de golpe de Estado, constataron periodistas internacionales.
Tanquetas y tropas ocuparon la Plaza Murillo, en el centro de la capital boliviana, donde está la sede presidencial. Un tanqueta intentó tumbar una puerta metálica del palacio presidencial, al cual ingresó posteriormente el general Juan José Zúñiga, comandante del Ejército.
Según la televisión boliviana, el oficial ingresó por unos momentos al edificio antes de salir caminando. Poco después, el presidente Luis Alberto Arce Catacora convocó a los ciudadanos a movilizarse “en contra del golpe de Estado en Bolivia”.
“El pueblo boliviano hoy es convocado. Necesitamos que el pueblo boliviano se organice y se movilice en contra del golpe de Estado, en favor de la democracia”, dijo Arce, en un mensaje al país junto a sus ministros, desde el palacio presidencial. “La democracia debe respetarse”, había escrito antes en su red social X (antes Twitter).
“Se gesta el Golpe de Estado. En este momento se despliega personal de las Fuerzas Armadas y tanquetas en la Plaza Murillo. Convocamos a una Movilización Nacional para defender la democracia frente al golpe de Estado que se gesta a la cabeza del general Zúñiga”, denunció por su parte el expresidente Evo Morales.
Desde el martes circulan rumores sobre la probable destitución de jefe del Ejército, en el cargo desde noviembre de 2022, y que se opone tajantemente a que Morales regrese al poder el año próximo.
En una entrevista el lunes con un canal de televisión, el jefe del Ejército aseguró que detendría a Morales si insiste en postularse a la presidencia en los comicios de 2025, pese a que la justicia electoral lo inhabilitó.
“Legalmente está inhabilitado, ese señor no puede volver a ser más presidente de este país”, acusó Zúñiga.
El partido gobernante de Bolivia, el Movimiento Al Socialismo (MAS), está profundamente dividido entre el presidente Luis Arce y su antiguo aliado y hoy enconado adversario, el exmandatario Evo Morales. Amparado en las reformas constitucionales que él mismo promovió, Morales ocupó la presidencia entre 2006 y 2019, cuando se vio forzado a renunciar tras ser acusado de fraude electoral para obtener un cuarto mandato.