Decenas de miles de surcoreanos salieron a las calles en la manifestación más grande hasta el momento contra el presidente Yoon Suk Yeol, mostrando una vez más su creatividad y determinación en las protestas.
Este evento se llevó a cabo antes de la votación de una moción de censura contra el mandatario.
Las manifestaciones de los últimos días han estado marcadas por una serie de elementos únicos y creativos:
Las protestas, que han incluido intentos del presidente de imponer la ley marcial, se asemejan a una pista de baile.
Los participantes disfrutan de música K-pop a todo volumen, agitando varitas luminosas mientras corean consignas.
Por ejemplo, durante una manifestación el viernes, al sonar «Whiplash» del grupo Aespa, los jóvenes gritaron «¡Renuncia, renuncia, renuncia Yoon Suk Yeol!.
Un villancico del cantante Baek Ja se volvió viral, con una letra adaptada que dice: «La Navidad es feliz cuando Yoon Suk Yeol renuncia».
Esta versión ha resonado entre los manifestantes, quienes buscan un cambio en el liderazgo.
Los manifestantes también han revivido canciones de los años 1980 y 1990.
Que solían sonar en las escuelas para motivar a los niños a hacer ejercicio.
Esta semana, mientras realizaban ejercicios, cantaron: «¡Arresten a Yoon Suk Yeol!».
Algunos manifestantes han tomado inspiración de la tradición francesa de protestar, llevando réplicas de guillotinas y baguetes.
Con mensajes como «No necesitas necesariamente una varita luminosa, trae lo que quieras».
Para no perderse entre la multitud, los participantes han utilizado una variedad de banderas y accesorios, creando un ambiente vibrante y colorido.
La atmósfera de las manifestaciones ha sido descrita como «realmente bonita» por algunos participantes.
Quienes se preguntan si hay algún otro país en el mundo que proteste de esta manera.
Con chaquetas acolchadas y gorros para enfrentar el frío, los surcoreanos continúan expresando su descontento de manera creativa y pacífica.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, la atención se centra en la votación de la moción de censura y en cómo estas manifestaciones influirán en el futuro político de Corea del Sur.
