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Opinión

La Columna #Demens de Cesar Martínez «¿Cómo gestionar el malestrar emocional durante el confinamiento actual?»

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¡Tenemos que ser sensatos!, la situación que hemos vivido de un par de meses atrás a la fecha, nos ha traído una montaña de ideas negativas y pensamientos catastróficos, el “encierro” o el #Quédateencasa, ha representado un verdadero “claustro” para el “alma” de las personas, la fractura de dinámicas “cotidianas”, ha venido a demostrar que somos tan “monótonos”, desconectados de las otras “realidades”, una de ellas que nos hacía pensar, en que tan “jodido” es trabajar de 8 a 8 y por lo menos 6 días de la semana, ese mismo pensamiento que se compartía entre compañeros, diciendo que “desearían cambiar de trabajo o dedicarse a otra actividad, porque querrían tener más tiempo en familia, para disfrutar a la pareja, a los hijos, a los hermanos, o los papas”. Y sucedió, ese deseo llego punitivamente, y de forma hostil, hoy el “confinamiento”, (para quien puede tomarlo según sus circunstancias) ha desarrollado tres escenas “emocionales” y una “conductual”.

La primera de ellas y más común es el “Enfado”, todos lo conocemos y lo hemos desarrollado en algún momento, sin embargo la primera cuestión es ¿porque nos enfadamos?, la respuesta básica nos dice que esta reacción se activa automáticamente a consecuencia de un dolor físico o emocional, o en alguna situación que atente con la integridad de nuestra persona, resulta ser en esencia “natural”, pues intentamos defendernos de lo que nos perturba o molesta. La siguiente es la “Frustración”, podemos identificarla en nosotros o en un tercero, cuando observamos que alguien o algo está bloqueando mis necesidades básicas, merma la toma de decisiones o infringe en la “libertad” particular, por ello se dice que esta emoción se encuentra muy presente en los hogares mexicanos, donde la “cuarentena” actual que lleva más de tantos días, ha evidenciado que el llamado “espacio vital” no es un invento, es necesario y se ha “inundado” o “mancillado” literalmente por los propios miembros de la familia, lo que viene a fortalecer esta situación “frustrante”. En un tercer escenario nos encontramos a la “Ira”: una emoción innata, asociado a la lucha por intereses o necesidades con una reacción “visceral”, un ejemplo de su “activación” es cuando perdemos “poder”, lleva consigo una connotación “moralista” e “idealista” (está según el esquema mental de la persona), los paradigmas que podemos encontrar como generadores de esta emoción, es la violación del “estatus” o “rango” dentro de los “roles familiares”, surge cuando alguien falta al “respeto”, o realice un trato “diferente” o “humillante”. Por ultimo encontramos a la “Agresividad”: aquí hablamos de conducta en concreto, actos de violencia “verbal” o “física” que rebasa todos los límites y pone en foco rojo a la familia completa. Es entonces por lo cual tenemos que atender de manera inmediata este fenómeno “colateral” a la pandemia del covid-19, es menester canalizar o guiar la energía creada en el confinamiento, en un primer paso identificar ¿cómo me comporto dentro de mi seno familiar?, observar cuales son las manifestaciones, y considerar, (según lo confirman los profesionales de la salud mental) que “la inteligencia emocional” es uno de los caminos para “transformar” nuestras emociones.

Por ello vamos a compartir un par de propuestas de ejercicios para realizar desde el hogar; El primero lo llamaremos, “Semáforo Emocional”, el cual tiene como objetivo que: la persona logre hacer “consciente” la emoción por la cual atraviesa, algunos ejemplos son: la ansiedad, la tristeza, la angustia o las antes mencionadas en esta columna. La dinámica consiste en dibujar en una libreta o en un papel bond, un “termómetro”, asignando una puntuación numérica del 1 al 10, a partir del día de inicio se toma en consideración una semana de evaluación (ejemplo de lunes a lunes), donde cada día al final de la jornada registra la “intensidad” con la que se desarrolló la convivencia, ejemplo, si el día estuvo usted “enfadado” califique a que grado del 1 al 10, (sabiendo que “1” es la puntuación mínima y el “10” la máxima), cabe señalar que si usted se identifica al final de la semana en una constante del “6”al “10”, la dinámica familiar se encuentra en un punto “vulnerable”, si la puntuación oscila entre “1” y “5” en forma constante, la recomendación es procurar no rebasar la puntuación o en su caso fortalecer los aspectos “positivos” de convivencia, para ambos rangos, al final de la semana usted se encuentra en un panorama de reflexión y análisis, lo que conlleva la construcción de un procesos de “Conciencia”, o como dirían los psicólogos está usted desarrollando un “Insight” o “Proceso de Comprensión”.

El segundo ejercicio es denominado “La Silla”, el cual consiste en una dinámica de “tensión y distensión”, su objetivo es “relajar” a la persona a través de la canalización de la energía corporal, básicamente esta actividad la puede realizar dentro de su casa o en su jardín (así mismo en su área de trabajo), por lo tanto usted debe ubicar un espacio donde exista un menor grado de “ruido” o “bullicio”, así como la ausencia de “distractores”, los elementos a utilizar son simples, una almohada o cojín y una silla, donde usted toma asiento, relaja el pensamiento, y cierra los ojos, para iniciar a realizar “respiraciones profundas”, de la siguiente forma: inhala, mantiene la respiración 8 segundos y exhala, este ciclo lo repite durante 10 minutos; posterior a este tiempo, toma la almohada, a la altura del pecho (aún sigue sentado) y con las palmas de ambas manos presiona con fuerza (sin utilizar los dedos) intentando juntar lo más próximo las manos, durante este acto vuelve a utilizar el “ciclo” de respiración profunda anteriormente utilizado, inhala , cuanta 8 segundos manteniendo la respiración y a la vez presionando el cojín con la mayor fuerza posible, pasa a soltar finalizando el conteo la respiración y la presión ejercida; Esta acción la realiza durante 10 minutos, para concluir con una inversión saludable de 20 minutos en el cuidado de su mente y cuerpo, pues cabe recordar que la “somatización” es una “hoya exprés”, dispuesta a explotar en cualquier instante por el grado de “acumulación”, y así convertirse en uno de las causas (según estudios clínicos), de enfermedades crónico degenerativas como las afectaciones “coronarias”, por mencionar algunas, sin duda existen muchas otras opciones que podría usted tomar, la finalidad radica en la canalización, atención y capacidad de “resiliencia” para atender los “malestares emocionales” que se han disparado en mayor volumen en esta contingencia sanitaria, esperando sea de utilidad estas líneas, ¡nos leemos pronto!.

#VivamosLigeros

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