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Opinión

La columna #EconomíaversusPolítica de César Peña «Moisés Jiménez y la antesala del paraíso»

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En la izquierda hidalguense todo apunta a favorecer a Moisés Jiménez Sánchez, el ahora más poderoso líder moral del magisterio, para colocarse como en la antesala para llegar al cuarto piso del edificio de Plaza Juárez. Los sucesos de los últimos meses se han acomodado de tal forma que estaría, incluso, en la posibilidad de ganar sin problemas la elección del 2022, que ya no resulta tan alejada como muchos piensan.

El primer suceso relevante resultó el triunfo de Morena en la elección pasada, barco en el cual iba el mentor y todo su grupo, que remando contra corriente, logró darle en Hidalgo el carro completo en las senadurías y diputaciones federales y estatales, perdiendo sólo una curul local.
Siendo quizá producto de un fenómeno de arrastre de AMLO, esto sirvió para el siguiente paso, que era recuperar el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), objetivo que está a punto de concretarse al dar el presidente de la República su aval para la elección al interior del sindicato en días pasados y con ello, liquidar al nefasto grupo que parió Peña Nieto y que hizo del fascismo y la represión su método de comunicación y liderazgo.

Moisés Jiménez sigue siendo la carta más fuerte – y de todas las confianzas -, que Elba Esther Gordillo tiene para quedar al frente del sindicato. De perfil bajo y con la encomienda de llevar los deseos de la maestra por todo el país, puede dar el gran salto de las Redes Sociales Progresistas, a dirigir los destinos del gremio magisterial.

Indistintamente de ello, Jiménez Sánchez tiene un partido local llamado Podemos que sigue trabajando y creciendo, pero el gran paso al recuperar el control del SNTE nacional es que en automático tendría nuevamente el control de todo el magisterio hidalguense y sus 41 mil 300 afiliados, es decir, recuperaría el control absoluto de este gremio.

Con dos partidos y un sindicato que podría controlar desde la cúpula nacional, tendría una fuerza inimaginable que estaría más que listo para buscar la gubernatura de Hidalgo en la tendría de opositor a un debilitado PRI que recurre hasta a la alquimia para no fenecer. El PAN, otro partido carroñero, ha perdido bríos y su escaso capital político puede reducirse a nada si ponen un mal candidato. De cualquier manera, la flaca caballada está a la vista y a estas alturas ya no es opción repetir ni con Francisco Xavier Berganza ni Xóchitl Gálvez.

Luego, el camino al interior de Morena se ha ido limpiado casi sólo, pues el principal opositor a Jiménez Sánchez, Gerardo Sosa, se encuentra prácticamente exiliado por los excesos cometidos en la UAEH, que ha sido su caja chica de siempre.

El único opositor que resta al interior de Morena, es el senador Julio Menchaca Salazar, quien tiene un menudo detalle: carece de estructura política, la que sin embargo, está construyendo en este lapso y que busca dejar afinada en las elecciones municipales intermedias del siguiente año, donde pretende acomodar una veintena de aspirantes.

Este ciclo iniciado el año anterior, sería casi de antología para Moisés Jiménez, pues de naufragar en el ostracismo según sus detractores, terminaría perfilado como uno de los hombres más poderosos del estado y del país.

* Escritor, periodista y economista.

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