César Peña
México, 20 de julio.- La conquista de México, ¿fue o no un exterminio de los pueblos indios? Este debate sale a la luz luego de que algunos autores sostienen que la intención de la Corona Española nunca fue eliminarlos.
Bernal Díaz del Castillo, en la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España es uno de los que dan cuenta de que no existió tal intención de parte de los conquistadores, lo mismo que Francisco López de Gómara, quien hasta glorificó el papel de Hernán Cortés y sus soldados.
Los españoles respetaban los cargos de los mexicas como de los tlatoanis y sus hijos, que quedaron intactos pues no les interesaban desplazarlos, añaden algunos antropólogos.
En cambio, en Estados Unidos si hubo un proceso de exterminio de los pueblos indígenas desplazándolos hacia la costa este para despojarlos de sus ricas tierras y luego, cuando ya no fue posible enviarlos más hacia allá, comenzaron a eliminarlos.
Pese a ello, hay datos que indican que cuando llegaron los españoles a la Nueva España, había una población de poco más de 20 millones de habitantes y que un siglo después, había 11 millones, aunque también estas cifras se encuentran en un abierto debate.
Los libros de texto de España, hablan de «un grupo de valientes e intrépidos soldados y exploradores, que venían a descubrir un mundo en favor del progreso y la cristiandad. Que arriesgaron sus vidas en favor de la religión y de la humanidad», sin embargo, no todos comulgan con esta visión.
En favor de que también en territorio mesoamericano se llevó a cabo un exterminio están escritores como Adolfo Regino, quien habla de masacres y diversas atrocidades cometidas contra los pueblos indígenas.
El historiador Alejandro Rosas sostiene, por su parte que no todo lo hecho por el Virreinato fue malo y que no todo fue saqueo y corrupción pues hubo importantes aportes como el comercio y las relaciones de colaboración posteriores.
El antropólogo Miguel León Portilla, sostiene en Visión de los Vencidos, de acuerdo a fuentes indígenas, que hubo luchas fuertes entre ambos bandos, aunque en especial, los indígenas recibían a los españoles en actitud de paz.