Hidalgo
La otra falsa Cuarta Transformación; el PT y su venta de candidaturas

A «Estefanía» le ofrecieron ser la candidata del Partido del Trabajo (PT) en su municipio dos horas antes del cierre de registros el pasado 21 de marzo aún cuando ya existía un candidato. Le tomó sólo dos minutos dar una respuesta a quien le estaba haciendo el ofrecimiento, quien por cierto, es militante de Morena, pero estaba operando la maniobra en favor del Partido del Trabajo.
Lo que más llama la atención del ofrecimiento a «Estefanía» fue la oferta monetaria: le darían 2 millones de pesos para su campaña, «más las prerrogativas ordinarias del partido», con las cuales le dijeron, podria hacer campaña y «quedarse lo demás».
Ella, como otros candidatos del PT, fueron seducidos por el dinero para hacer campaña de parte de un padrino del que jamás los operadores quisieron revelar el nombre, pero que «les financiaría toda la campaña».
Luego de no aceptar tal ofrecimiento, «Estefanía» decidió quedarse en las filas de Morena mientras que otro personaje de su municipio, quien se dice obradorista, y a quien conocen como J. Ortiz, aceptó las carretadas de dinero en nombre de la «Cuarta Transformación».
Esta versión de venta de candidaturas dentro del Partido del Trabajo, se fortalece con la difusión de lo dichos de varios medios que aseguran que Damián Sosa y el Grupo Universidad compraron la franquicia del PT – incluidas todas las candidaturas -, por 60 millones de pesos.
Este dinero, fue a dar directamente a la bolsa del dirigente del partido de la estrella, Javier Vázquez Calixto, quien no sólo les abrió las puertas de par en par, sino que cedió el control en la reparticuión de candidaturas al Grupo Universidad.
«Claro que los dejó pasar y no solo eso, quedarse con todo el partido con el resultado que vemos ahora y que in duda pasará lo mismo que con Morena», indicó Juan Pablo López, militante petista de Mineral de la Reforma.
La compra de candidaturas con personajes manejables sedujo a muchos, que sin pensarlo se fueron al PT provenientes de Morena, con resultados oscuros e inciertos.
A J. Ortiz, al pedir sus 2 millones de pesos, le dijeron que le entregarían «de entrada» 350 mil pesos en efectivo y que el resto, en el transcurso de la campaña aunque no sabe si en realidad cumplirán su oferta estos operadores políticos.
La idea de esta compra de candidaturas es con el fin de hacer que Damián Sosa se convierta en senador y sus colaboradore más cercanos, como su hijo Salvador Sosa y el ex rector Adolfo Pontigo, así como sus nuevos incondicionales, los Charrez, lleguen a sus cargos, para lo cual no escatimarán en gastar millones de pesos como los que ahora andan entregando, agregó Lucio García.