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Las columnas periodísticas con los nombres más extravagantes

César Peña
Pachuca, 12 de abril.- Las columnas periodísticas con los nombres más extravagantes. Hay tantas columnas casi como humanos en el planeta. Unas creativas, ingeniosas, llamativas pero hay de todo tipo, hasta aquellas que con el simple título provocan escarnio, escándalo y polémica.
Célebres columnas de mexicanos eruditos de la tinta son aquella Plaza Pública, de Miguel Ángel Granados Chapa; Oficio de Papel de Miguel Badillo; Templo Mayor de F, Bartolomé; De Política y Cosas Peores de Catón o que tal El Gato Culto de Taibo I o Astillero de Julio Hernández.
Aunque no cultivaban en la época porfirista este género como tal, llaman la atención los propios nombres de medios como El Hijo del Ahuizote, Revolución y Regeneración de los hermanos Flores Magón, pioneros en el periodismo izquierdista lo mismo que los textos de Francisco Zarco, un prócer de las letras y el periodismo.
Otras, se mueven en la controversia como «Los que nacieron para triunfar» de Pepe Valencia en el Diario de Xalapa, Gaceta del Ángel, Vox Populi que se hizo conocida en La Prensa; Poder y Dinero de Víctor Sánchez; Por Mis Pistolas o la Inocente Polvorita del recién desaparecido Anselmo Estrada.
Pero las que se llevan el título por su originalidad, poco común y agrias en exceso, son La perra de las 8 chichis de Fernanda Tapia o El Muerto, de Milenio, que compiten con las columnas policiacas y ya ni hablar de aquellas de espectáculos que son las que tienen los títulos más animosos y amarillos que se puedan encontrar.