En Hidalgo se registraron 177 defunciones por cáncer de próstata, en 2022, por lo que, en el marco de la conmemoración contra dicho padecimiento, la Secretaría de Salud exhortó a la población a tomar acciones preventivas.
La instancia de salud dio a conocer que, de acuerdo con especialistas, el cáncer de próstata es uno de los padecimientos más comunes en hombres de edad avanzada.
Se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer sin control, y es curable en el 85% de los casos.
El tamaño de la glándula cambia con la edad; en los hombres jóvenes, su tamaño es aproximado al de una nuez. A partir de los cuarenta años, empieza a crecer y, dependiendo de este desarrollo, puede convertirse en un padecimiento benigno (hipertrofia) o maligno (cáncer).
Se recomienda que, a partir de los 40 años, los varones se realicen estudios para detectar anormalidades, sobre todo si se cuenta con antecedentes familiares que incrementen el riesgo de problemas prostáticos.
Además de la genética y la edad, entre los factores que aumentan el riesgo de sufrir esta enfermedad, se contempla fumar, el consumo en exceso de carne roja y productos lácteos, beber alcohol y tener obesidad o sobrepeso.
Para su diagnóstico, se realiza una exploración clínica de próstata (tacto rectal), y estudios de laboratorio, como el Antígeno Prostático Específico (que se realiza mediante una muestra de sangre), y/o ultrasonidos o tomografías.
El padecimiento es de lento crecimiento, no presenta síntomas en etapas tempranas y su diagnóstico es más común en hombres de más de 65 años.
Aunque las alteraciones físicas de esta glándula no siempre implican la existencia de cáncer, las manifestaciones clínicas son muy parecidas a las de la hipertrofia prostática.
Entre los principales síntomas del crecimiento prostático están:
- Flujo de orina débil o interrumpido.
- Ganas repentinas de orinar y aumento de la frecuencia.
- Dificultad para iniciar el flujo de orina y para vaciar la vejiga por completo.
- Dolor o ardor al orinar.
- Dificultad para tener una erección.
- Presencia de sangre en la orina o en el semen.
- Dolor de espalda, cadera o la pelvis, que no desaparece.
