En una ceremonia solemne llevada a cabo en el Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro ha jurado oficialmente su tercer mandato como presidente de Venezuela, tras un controvertido proceso electoral.
Este evento marca un nuevo capítulo en la política venezolana, en medio de un contexto nacional e internacional marcado por tensiones y desafíos económicos.
La juramentación se realizó en el Palacio de Miraflores, con la presencia de altos funcionarios del gobierno y representantes de fuerzas armadas.
Durante su discurso, Maduro enfatizó su compromiso de seguir adelante con su agenda política y económica, prometiendo trabajar por la estabilidad y el desarrollo del país.
Las elecciones, que se celebró en pasadas fechas, han sido objeto de críticas tanto a nivel nacional como internacional, con acusaciones de fraude y falta de transparencia.
Líderes de la oposición han denunciado el proceso electoral como ilegítimo, pidiendo a la comunidad internacional que no reconozca los resultados.
Mientras tanto altos funcionarios del gobierno han expresado su apoyo al nuevo mandato, destacando la importancia de la continuidad del liderazgo de Maduro frente a las adversidades.
La oposición ha convocado a protestas pacíficas, instando a la población a manifestarse en contra del gobierno y exigir elecciones libres y justas.
Venezuela enfrenta una profunda crisis económica y humanitaria, con altos niveles de inflación, escasez de alimentos y medicinas, y un éxodo masivo de ciudadanos que buscan mejores condiciones de vida en el extranjero.
La administración de Maduro deberá navegar en un entorno complicado, donde la presión internacional por el respeto a los derechos humanos y la democracia sigue siendo alta.
La juramentación de Maduro para un tercer mandato plantea importantes interrogantes sobre el futuro político y económico de Venezuela.