El guionista ganador del Oscar, Marshall Brickman, cuya carrera abarcó algunas de las mejores películas de Woody Allen, el musical de Broadway “Jersey Boys” y varios de los sketches más queridos de Johnny Carson, ha fallecido. Tenía 85 años.
Brickman murió el viernes en Manhattan, informó su hija Sophie Brickman al New York Times. No se citó la causa de la muerte.
Brickman era mejor conocido por su extensa colaboración con Allen, su inicio fue en 1973 con la película “Sleeper”.
Juntos, coescribieron “Annie Hall” (1977), “Manhattan” (1979) y “Misterio en Manhattan” (1993).
Le valió a Brickman y a Allen un Oscar al mejor guion original.
En su discurso de aceptación, Brickman hizo referencia a una de las muchas líneas frecuentemente citadas de la película, diciendo:
“He estado aquí una semana, y todavía siento culpa cuando doy vuelta a la derecha en un semáforo en rojo”.
“Si la película vale algo”, Brickman le dijo a Vanity Fair en 2017, “ofrece una imagen muy particular y específica de cómo era estar vivo en Nueva York”.
Brickman y Allen se conocieron a principios de los años 60, cuando Allen estaba emergiendo como comediante de stand-up. Brickman fue contratado para escribir chistes para él.
En ese momento, había estado tocando el banjo para el grupo folk The Tarriers.
En uno de los muchos giros de la carrera de Brickman, fue un álbum que él y su compañero de universidad Eric Weissberg grabaron.
Lo que más tarde hizo la banda sonora de “Deliverance” de 1972, incluyendo “Dueling Banjos”.
Brickman, nacido en Río de Janeiro, Brasil, era hijo de los socialistas judíos Abram y Pauline (Wolin) Brickman, quien era de Nueva York.
Más tarde se mudaron a la sección Flatbush de Brooklyn, donde Brickman creció.
Su inicio en el mundo del espectáculo, después de graduarse de la Universidad de Wisconsin con títulos en ciencia y música, llegó con los Terriers. Reemplazó a Alan Arkin en el grupo.
“Una de las razones por las que me pidieron unirme fue porque necesitaban a alguien que liderara el grupo”, contó Brickman en 2011.
“Y así empecé a desarrollar pequeños chistes y rutinas y cosas por el estilo”.
Fuente: AP