Paradigma

Menchaca dice que Quadri quiere ser protagonista, tras clausurar simbólicamente refinería por contaminación

Luego de la visita de ayer de Gabriel Quadri para “clausurar” de manera simbólica la refinería Miguel Hidalgo de Tula de Allende, por el supuesto daño ambiental que causa a la población, el gobernador, Julio Menchaca fue cuestionado sobre esta situación y respondió que el panista quiere ser protagonista y jalar los reflectores.

Tras las Rutas de la Transformación en dicho municipio, el mandatario aseguró que sí bien hay un daño ambiental en el lugar, también la refinería ha beneficiado con empleos a las familias de Tula.

“Es lo mismo de hace rato, con quien pretender ser protagónico y jalar los reflectores, mientras no se tengo un compromiso y una plataforma política muy claro de qué se quiere en cada lugar, va a lo eruptivo a lo que puede pretender jalar atención y hay una situación, no sé sí sea un error”, dijo a medios de comunicación.

“Yo haría una reflexión: hay que saber lo que está pensando cada persona, en cada lugar que vamos para saber como podemos ser solidarios, si vienen a un lugar, con toda la problemática ambiental que existe es la estabilidad económica de las familias, los empleos. Va a encontrar una reacción en contra. Cada quien sabe lo que hace”, añadió.

Ayer el excandidato a la presidencia de la república en 2012 por Nueva Alianza y hoy coordinador de Medio Ambiente, Sustentabilidad y Cambio Climático del Partido Acción Nacional (PAN) acudió a Tula e Allende para clausurar simbólicamente, en un acto público la Refinería.

Según algunos de los argumentos del PAN, la refinería se encuentra en la cuenca atmosférica de Tula, que está conectada con la cuenca atmosférica del Valle de México, hacia donde fluyen los contaminantes, transportados por los vientos dominantes de norte a sur durante casi todo el año.

Además, acusaron que es la fuente más importante de contaminación por Bióxido de Azufre (SO2) en la Megalópolis de la Ciudad de México, aportando casi el 40% del total.

Por lo que, exigen Auditoría ambiental e inspección de emisiones, residuos y aguas residuales a profundidad de la refinería de Tula con la participación del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, así como de organizaciones civiles especializadas en el tema. Así como la suspensión urgente de actividades hasta no contarse con los resultados de la auditoría ambiental, y mientras no esté en funcionamiento la planta coquizadora. Y la clausura, en su caso, por incumplimiento de las normas ambientales de emisiones, descarga de aguas residuales y manejo de residuos.

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