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Nick Reiner fue diagnosticado con esquizofrenia semanas antes del asesinato de sus papás

Nick Reiner fue diagnosticado con esquizofrenia semanas antes del asesinato de sus papás

Nick Reiner, hijo del reconocido director y actor Rob Reiner y de su esposa Michele Singer Reiner, había sido diagnosticado con esquizofrenia semanas antes de ser acusado de asesinar a sus padres en su residencia de Brentwood, en Los Ángeles, según fuentes cercanas a la investigación.

De acuerdo con reportes de medios estadounidenses, el joven, de 32 años, se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico y medicación para su padecimiento.

Sin embargo, un cambio en el esquema farmacológico ocurrido entre tres y cuatro semanas antes de los hechos habría agravado sus síntomas.

Provocando un comportamiento descrito como errático y potencialmente peligroso, según versiones citadas por el portal TMZ.

En ese mismo periodo, Reiner habría ingresado a un centro privado de rehabilitación en Los Ángeles, especializado en salud mental y adicciones.

Donde los médicos intentaron estabilizar su condición sin resultados duraderos.

Testimonios de personas cercanas señalan que en las semanas previas al crimen su conducta se volvió cada vez más distante e inusual.

Incluso durante visitas a lugares habituales de la familia, lo que incrementó la preocupación por su estado emocional.

El historial de Nick Reiner incluye años de lucha contra las adicciones y episodios de conducta errática.

Lo que llevó a su familia a buscar de manera constante apoyo profesional y tratamientos especializados, sin lograr una estabilidad prolongada.

Las autoridades lo acusan formalmente de la muerte de sus padres y le imputan dos cargos de homicidio en primer grado con circunstancias especiales.

De confirmarse estas acusaciones en juicio, el proceso podría derivar en una condena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional o, según la legislación aplicable, la pena máxima prevista.

El caso se encuentra en fase judicial, mientras la fiscalía y la defensa analizan pruebas y testimonios.

De manera preliminar, se anticipa que la estrategia legal de la defensa podría centrarse en el estado de salud mental del acusado y en el impacto que el diagnóstico y la medicación pudieron tener en su capacidad para comprender y controlar sus actos al momento de los hechos.

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