Opinión
Omar Fayad no debe ser embajador
Economía versus Política
César Peña *
El ex gobernador Omar Fayad Meneses le apuesta a la corta memoria de los hidalguenses para buscar limpiar sus culpas generadas durante seis años y que tienen que ver con una administración copeteada de corrupción, omisión, desvío de recursos, funcionarios millonarios que siguen cayendo y moches a la obra pública.
Tras acercarse a los principales cuadros de Morena y al propio presidente Andrés Manuel López Obrador, cree que como en el pasado, bastaba con ser amigo de los nuevos en el poder para alcanzar la impunidad construyendo acuerdos.
El mismo quien comenzó a esparcir la especie de que podría ser embajador en Israel y muchos medios se lo compraron y otros como el propio Joaquín López-Dóriga, un obediente canino del poder, volvió a hacer suya tal idea.
Sin embargo, ya son muchas las voces, como la del senador Navor Rojas, que piden que no se le entregue ningún premio de tal magnitud a Fayad Meneses, quien técnicamente saqueó a Hidalgo y tiene el cinismo de presentarse como un “renovado” quien cree haberse redimido con salirse del hediondo PRI y coquetear con la izquierda de la cual no tiene ni un ápice.
Sería un grave error del Gobierno Federal darle un encargo de esta naturaleza a Fayad toda vez que la gente está pidiendo que se le lleve al banquillo de los acusados y se le procese por tanta irregularidad que cometió en su sexenio.
Porque si algo también fue el gobierno de Fayad, fue sin duda haber sido autoritario y represor y el pueblo hidalguense lo recuerda claramente tal como tiene en la memoria las mentiras y la demagogia que implementó.
No le bastó llevarse 2 mil millones de pesos por los moches a constructoras, Omar Fayad quiere impunidad y lo está buscando a toda costa, por eso está haciendo fila día y noche en Palacio Nacional, pero hoy existen miles de voces que exigen que se le aplique la justicia.
* Escritor, periodista y economista