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#Opinión La columna #DeFrenteAlPaís de Alfonso Ángeles «Las otras pandemias y los daños colaterales del Covid-19 en México»

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Le pido a mis lectores hagamos un ejercicio de conciencia y una petición reiterada a “Quedarse en Casa” entre quienes nos rodean y con quien existe un lazo afectivo-familiar, de amistad, compañerismo, para reflexionar y ser disciplinados sobre la importancia que tiene cumplir con las medidas sanitarias, pues, no solo basta con la reiteración por parte del gobierno a quedarse en casa, sino que verdaderamente se cumplan las disposiciones que las instancias de salud nos sugieren para que no se propague la pandemia del COVID-19 entre la población una vez decretada la fase 3. La estrategia del gobierno es NO colapsar los sistemas de salud que evidentemente hace muchos años en todo el territorio nacional están colapsados, y el gobierno lo sabe perfectamente, pues sobra y basta decir que, los gobiernos anteriores no le invirtieron al sistema de Salud en México, con presupuestos no ejercidos, obras inconclusas, desvió de fondos, grandes elefantes blancos en infraestructura hospitalaria, compra de medicamento caduco y por encima del precio real y por supuesto, la nula contratación de médicos cirujanos de primer nivel y alta especialidad. Por ello, la estrategia es que no se presenten miles de casos que asfixien aún más al precario sistema de salud en México.

Hoy aproximadamente a 140 días del primer caso de Coronavirus dado a conocer oficialmente en Wuhan China (08 de diciembre de 2019), la propagación se ha extendido en todo el mundo y paralizando a casi todo el planeta tierra. El cual cambio drásticamente el rumbo y destino del grueso de población, pues se cerraron escuelas, centros comerciales, museos, exposiciones y toda actividad donde existiera aglomeración de gente. Los deportes, eventos, espectáculos, conciertos, teatros, cines, presentaciones, terminaron por cancelarse.

Pero, lo que ha puesto al descubierto a la par del COVID 19 según cifras dadas a conocer por el subsecretario de Salud Hugo López Gatell que de las 600,000 muertes que se registran al año, 300,000 mil están asociadas a problemas de obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares producto de una mala alimentación del grueso de nuestra población que han mostrado signos de alarma por las condiciones de salud que presenta la población. Además, cita el Dr. López Gatell no es sólo un asunto de las personas y su tipo de alimentación, sino también de una “monstruosa y monumental sobreoferta de alimentos industrializados” que tienen exceso de sal, grasa, azúcar y calorías. Hoy vemos con profunda tristeza que según el reporte de las autoridades de salud este tipo de enfermedades crónico degenerativas son factor de mayor riesgo entre las personas infectadas por COVID 19 y que está demostrado son susceptibles de tener complicaciones a tal grado de perder la vida.
Lo que deja al descubierto la precaria salud que goza el grueso de la población en México producto evidentemente no solo de la alimentación, sino de la carga genética, el sedentarismo, el estrés y desde luego, el consumo excesivo de alimentos industrializados bajos en valor nutrimental entre otros factores. Los días se han tornado extraños, pues, aunque la atención en medios, redes sociales y la voz populi es el tema del COVID 19, no podemos olvidarnos de las otras pandemias que sufre nuestro País no menos importantes como: La desigualdad social, el desempleo, la corrupción, la violencia intrafamiliar que en esta época de aislamiento se ha agravado, hay intolerancia, y es un enemigo que está presente en nuestra sociedad. Así mismo, la violencia en las calles aún sigue, los feminicidios, los robos y la inseguridad no han disminuido.

Por otro lado, los sectores más vulnerables no tienen acceso a la información ni medidas preventivas que se deben seguir, se ha actuado lentamente con dicho sector que no tienen acceso a estar informados, y, por si fuera poco, no tienen luz o el vital líquido para poder lavarse constantemente las manos como lo indican las autoridades de salud. La mayor parte de la población vive al día y tienen que salir a trabajar para llevar comida a su hogar, y para quienes las medidas de quedarse en casa no aplican. Misma situación viven niños, jóvenes y adultos en situación de calle, grupos indígenas que tienen muy pocas opciones de guardar su sana distancia dado que son quienes día a día luchan por no contagiarse y llevar alimento y sustento a casa.

Pero, la pandemia de COVID-19 en México ha traído consigo algunos otros daños colaterales como: El desempleo, pues se estima que alrededor de 4 millones de personas en nuestro país perderá su empleo formal y más del 50% se insertaran al sector informal. La violencia no ha disminuido, por el contrario, este lunes 20/04/2020 se rompió récord del día más violento superando los 114 homicidios dolosos, pese a la contingencia sanitaria la violencia en el país no cede. Y en lo que va del mes se han acumulado 1,720 asesinatos en todo el territorio nacional.
Por otro lado, los insumos se escasean, la canasta básica y productos están al alza, un ejemplo de ello, la tortilla, el huevo, arroz y frijol. Aflora y se extiende la brecha social entre los que tienen y los que no tienen tan solo para comer. La violencia intrafamiliar y la intolerancia creció entre la población en un 18.9% en comparación al año pasado. Pues durante la crisis sanitaria las conductas de violencia se han incrementado y que decir del consumo de alcohol y drogas.

El flujo de turismo de ha detenido, las agencias áreas estiman que perderán 2,600 millones de pesos por el COVID-19, la ocupación hotelera por igual, el precio del petróleo se colapsó el lunes 20/04/2020 hasta llegar a estar en números negativos. Y como efecto domino el peso y la bolsa cayeron de nuevo aunado a la entrada de la fase 3 por la pandemia. Y por si fuera poco se estima que la economía tendrá una contracción entre el 9 y 10% este año.

El flujo carretero cayó un 46% durante el reciente periodo vacacional, las grandes obras de infraestructura están paradas, la recesión nos alcanzó tan rápido como el COVID-19, no habrá crecimiento ni desarrollo y la recuperación económica tardará años. Pero mejor ya no le sigo por que las secuelas hasta hoy son bastantes y la recuperación en todos los sectores de la población va para largo.

Finalmente, no todas las personas en nuestro país tienen el privilegio de quedarse en casa, pues hay actividades que el grueso de población tiene que realizar para subsistir. Pero no podemos dejar de lado que la población tiene miedo, angustia, incertidumbre, zozobra, pánico, crisis de ansiedad, estrés, que ha provocado el aislamiento-confinamiento, que evidentemente se traducen en signos de debilidad y de reconfiguración en la forma de estar y convivir como seres humanos. También queda claro que después de la pandemia nada, pero absolutamente nada volverá a ser igual.

NOTA: Hoy 22 de abril se celebra el día internacional de la madre tierra y en medio de la pandemia, la tierra, el aire, la flora, la fauna, se están dando un respiro que necesitaba con urgencia antes de asfixiarse y colapsar por el daño que el ser humano le ha ocasionado. Ahora, alguien tiene que pagar las consecuencias de nuestros actos. Y somos precisamente los seres humanos a quienes nos esta tocando padecerlo. ¡¡¡Se los dejo para la reflexión!!!

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