Redacción, 9 de Noviembre.- Yván Pozuelo fue inhabilitado durante ocho meses sin empleo ni sueldo. Pese a la controversia generada, sigue defendiendo su método de enseñanza
El caso del profesor de francés Yván Pozuelo, inhabilitado durante ocho meses sin empleo ni sueldo por poner dieces a casi todos sus alumnos, está generando controversia en España, donde los docentes están divididos en favor o en contra de las razones para calificar con sobresaliente a todos los estudiantes.
La Consejería de Educación del Principado de Asturias, la región donde Pozuelo trabaja, sancionó el mes pasado al docente con ocho meses de suspensión de empleo y sueldo por “atentar contra el derecho del alumnado a la evaluación objetiva” en el instituto público Universidad Laboral de Gijón.
Pozuelo, quien sostiene que lleva más de una década calificando de la misma forma sin que a nadie le hubiera llamado antes la atención, anunció que recurrió la sanción al considerar que un diez no se debe circunscribir a un estudiante entre 20.000 y que el aprendizaje no se debe limitar a “tragar” el idioma.
“La única nota que no puede ser diferente es el diez, la verdadera brillantez. Todos somos diferentemente diez”, dijo a EFE Pozuelo (Gijón, 1974), que ha practicado este “método innovador” desde hace décadas, pero ha sido sancionado tras la publicación del ensayo ‘¿Negreros o docentes? La rebelión del 10′.
Pozuelo actualmente es profesor de francés del Centro Integrado de Formación Profesional de la Escuela de Hostelería y Turismo de Gijón y trabajaba en el IES Universidad Laboral de Gijón cuando fue denunciado.
Defensor de los métodos innovadores y evaluador de proyectos Erasmus+, este profesor nacido en Gijón que pasó su infancia y adolescencia en París, aseguró que es “un poco Charlie Hebdo” y se negó a aplicar el discurso narrativo convencional.
El profesor lleva aplicando su método durante una década y dijo que le funciona, ya que los alumnos tienen libertad para equivocarse, no tienen obsesión por copiar, no buscan trucos y están contentos, como se demuestra en la inexistencia de denuncias.
El profesor aseguró que la nota no está puesta en origen y que desconoce la puntuación que va a poner hasta que el alumno entrega todos los trabajos, pero explicó que si el alumno logra las enseñanzas básicas que marca la ley le pone un diez.
Pozuelo insiste en que la ley pone enseñanzas básicas, “no máximas, ni Enciclopedia Espasa, sino básicas”, y eso determina el diez, por lo que no va a poner un dos ni a “guillotinar” a un alumno por cometer errores.
El gijonés aseguró que en países del norte de Europa como Finlandia comprenden su sistema y enmarca el expediente que asegura que sus dieces son “falsos” e “inmerecidos” en una “condena ejemplarizante que pone el foco en el freno a la innovación educativa”.
Desde la Consejería de Educación del Principado no comentaron la medida disciplinaria, aunque confirmaron que “se ha cumplido con todo el procedimiento, que ha sido absolutamente garantista”.
Inicialmente se abrió un procedimiento de información reservada para comprobar la actuación profesional del profesor y, a continuación, el Servicio de Inspección Educativa “siguió todos los trámites, dio audiencia al docente, recabó documentación y realizó las entrevistas e investigaciones que consideró pertinentes y que concluyeron con el expediente, que pone fin a la vía administrativa”, señalaron fuentes la consejería.
Por su parte, el profesor volvió a defender en una entrevista con el canal La Sexta que él no está “aquí para seleccionar y catalogar, sino para enseñar”. “Yo me formé para enseñar, no para decirle a un alumno antes de hora si vale o no vale”.
Y concluyó: “No voy a parar ni frenar a una persona, vaya un poco más rápido o un poco más lento, siempre y cuando esté trabajando y progresando. El que no trabaja no tiene un 10, a ver si con eso puedo tranquilizar un poco a la gente”.
(Con información de EFE)