Opinión
Política de drogas del próximo sexenio: sin cambios
Independientemente de quien gane la elección presidencial del domingo 2 de junio, no habrá ningún cambio en lo que sucede en la lucha contra las drogas con todos los desaciertos y cambios mínimos que ha tenido en los últimos años lo que puede generar cierto pesisimismo cuando en ello pensamos que radica la paz del país.
Ni Xóchitl Gálvez, ni Claudia Sheinbaum ni tampoco Jorge Álvarez Máynez tienen la menor intenciòn de hacer algo diferente que seguir luchando contra los grupos criminales sin desactivar el problema de fondo que es la discusión de la legalización de las sustancias llamadas ilícitas.
Ya lo han dicho públicamente los candidatos y creo que aquí no hay duda de que no abrirán el tema de la legalización de todas las drogas y quizá sólo se haga con la marihuana, tema que quedó pendiente con el gobierno saliente de Andrés Manuel López Obrador.
Todo esto nos lleva a un escenario inevitable: el baño de sangre que hemos visto en los 31 estados de la República y la Ciudad de México seguirá de forma lamentable con todo lo que implica como la diversificación de los delitos, el cobro de piso y tantas figuras de la que se han quejado los mexicanos en los últimos años.
Mientras países que ya han probado y agotado el prohibicionismo en todas sus vertientes al ponderar los altisimos costos en vidas humanas y recursos, ya establecieron otro nuevo paradigma y ponen en la mesa con urgencia que se legalicen todas las sustancias a la par de programas de prevención como ya lo lanzó Petro en Colombia, en México no se tiene el menor interés de probar caminos nuevos.
Nos esperan entonces seis años de caos y más palos de ciego ante un tema que debería haber tenido prioridad para destensar el ambiente y lograr el anhelado reestablecimiento del tejido social del que tanto se habla en los discursos políticos.
Hasta la próxima