Tailandia, 21 Abril (Agencia AFP).- Un monje budista extrae un frasco de aceite de cánnabis de su túnica y se pone una gota debajo de la lengua. Es uno de los numerosos asistentes a un festival dedicado a la hierba en el noreste de Tailandia, donde la legalización de la marihuana terapéutica está despertando entusiasmo.
Tailandia se convirtió en el primer país del sudeste de Asia en legalizar la marihuana con fines médicos, el año pasado, uniéndose a países como Canadá, Australia, Israel o más de la mitad de los estados de Estados Unidos.
Se prevé que el mercado mundial alcance los miles de millones de dólares en una década, pero la lentitud de la implantación de la medida en la legislación tailandesa está muy por detrás del entusiasmo que ha suscitado.
Un partido político apoya los beneficios de la planta, hay conferencias y seminarios por todo el país, y el festival de tres días que se celebra en Buriram viene a añadirse al culto a la droga.