Economía versus Política
César Peña *
Pese a que llegó precedida de una trayectoria intachable, que incluía romper con todos los vicios de sus antecesores que se entregaron a la gazmoñería y a garantizar la impunidad de funcionarios corruptos que cobijó y promovió el sistema político priísta, la llegada de Ana Karen Parra prometía mucho, tanto que sembró esperanzas y albergó en la sociedad el sentimiento de que todo ib a a cambiar.
Pero no fue así, hasta el momento Ana Karen Parra no ha podido con el paquete de su encargo y ha demostrado su incapacidad para terminar con la corrupción que existe en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) y ha terminado por ser sometida por los poderes fácticos que aún mandan al interior de la Comisión.
En vez de dar la cara, se esconde o acaba huyendo para no responder a quienes la increpan, la cuestionan y le piden resultados. No es cosa menor que el silencio, en el peor de los casos, ocupe el lugar de un diálogo que se le exige desde núcleos o personas que se sienten afectadas y vulneradas en sus garantías individuales.
No se trata nada más de La Mercadita, Las Insugentes y la Unión de Madres de Familia, sino que existe toda una maquinaria que se desgastó y perdió el aceite a los pocos meses de actuación y que tampoco le ha entregado resultados a otros sectores de la sociedad.
Están también otros grupos como los campesinos, las tribus urbanas y jóvenes que han sido agredidos y criminalizados en Pachuca por la Policía Municipal, los abusos de gobiernos municipales priístas y ahora del aborto llamado Grupo Plural Independiente, que siguen en la misma tesitura.
La deuda con la prensa está igualmente pendiente; este columnista presentó una queja hace ya un años y 8 meses contra el represor alcalde de Zempoala, Jesús Hernández Juárez y a la fecha, aún cuando existe toda la evidencia de ataques a la libertad de expresión, hackeo y golpeteo a través de granjas de bots, la CDHEH simplemente no se ha pronunciado.
No hay duda de que esos poderes fácticos que dejó el priísmo dentro de la Comisión, no están dejando que se haga justicia, pero también es claro que este órgano sigue entonces igualmente corrrompido y que algo debe hacerse que se complica cuando Ana Karen en vez de denunciarlo y deslindarse, simplemente guarda silencio; esto se llama complicidad.
En todo caso, si tampoco ha cumplido con bajarse el sueldo, algo que ya pudo haber hecho, entonces que se vaya pues no le sirve a la sociedad hidalguense.
* Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia
