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Ciencia y Tecnología

Se cumplen 55 años del despegue de la Misión Apolo rumbo a la Luna

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El 16 de julio de 1959 la misión Apolo 11 se preparaba para el despegue desde Cabo Kennedy, en Florida, con más de 500 millones de personas pendientes en todo el mundo, en lo que posiblemente sería considerado el mayor paso dado en la historia: la llegada de seres humanos a la Luna y su regreso a la Tierra.

Ese día, los tres astronautas de la misión Apolo 11 se despiertan a las 9:15 de la mañana. Se trata del comandante Neil Armstrong, piloto de pruebas, el piloto del módulo de mando Michael Collins y el piloto del módulo lunar Edwin “Buzz” Aldrin, ambos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

A las 10:35 horas, tras desayunar zumo de naranja, café, bistec, tostadas y huevos revueltos, comienzan a ponerse los trajes.

En punto de las 14:32 horas, con menos de un segundo de desviación respecto a la hora prevista, ocho segundos antes de la hora de lanzamiento, se encienden los primeros motores de la primera etapa del Saturno V.

Durante dos segundos el vehículo acumula fuerza propulsora. Los brazos que sujetan el cohete se retiran y el vehículo comienza a separarse lentamente de la plataforma, exactamente a las 9:32, con una sincronía humanamente inmejorable.

Son las 14:44 horas cuando el Apolo 11 llega a 150 kilómetros de la órbita terrestre, momento en que los astronautas y el control de la misión en Houston, Texas, comprueban exhaustivamente el estado del vehículo.

El encendido del motor de la tercera etapa del cohete Saturno saca al Apolo 11 de la órbita terrestre, a las 17:22 horas, y lo sitúa en su trayectoria lunar, con una velocidad inicial de 38 mil kilómetros por hora.

Mientras la nave se aleja de la Tierra, el módulo de mando, servicio Columbia, se separa de su adaptador de lanzamiento y se recupera el módulo lunar Eagle de su compartimento, encima de la tercera etapa.

‎Durante el resto de su primer día en el espacio, el Centro de Control de la Misión, informó a la tripulación de que debido a que el lanzamiento y la maniobra de inyección translunar, habían sido tan precisas, la primera corrección de maniobra prevista no sería necesaria.

Los astronautas colocan sus naves espaciales en modo de Control térmico pasivo, girando a tres revoluciones por hora, para distribuir uniformemente las temperaturas extremas.

Por último, unas 13 horas después del lanzamiento y tras un día muy largo, el equipo comenzó su primer período de sueño, con el Apolo 11 viajando a más de 100 mil kilómetros de la Tierra.‎

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