Susana Ángeles y la marca del Grupo Universidad: represora, simuladora, oportunista y antifeminista

Aunque durante la visita de Claudia Sheinbaum al estado, organizó una caminata en Tizayuca con una camiseta que decía “mujeres de izquierda”, la alcaldesa de ese lugar, Susana Ángeles ha demostrado en los hechos que ni es de izquierda y ni apoya el movimiento feminista, es más, ha reprimido y abandonado a su suerte a mujeres que han sido vejadas dentro del ayuntamiento que gobierna.

Acusada de corrupción y de montar un show ante la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) curiosamente en manos del Grupo Universidad, Susana Ángeles se ha sabido mover entre la simulación democrática y las aguas de las reivindicaciones, sobre todo en el primer caso, al intentar justificar con grúas y cajas, la presunta comprobación de un desvío por 52 millones de pesos.

La pre aspirante a una diputación, quien ha gastado millones de pesos en difundir su imagen en espectaculares, bardas, gorras, tripticos y hasta un equipo de por lo menos 20 personas que la apoyan en sus aspiraciones, ha golpeado fuertemente al sector femenil de Tizayuca, cuando jura y perjura que es “feminista y de izquierda”.

Antonio Ortigoza en Expediente Ultra, documentó el caso de Sabine Regina García Flores, una joven de tan sólo 23 años que prestaba sus servicios en la Comisión de Agua y Alcantarillado del Municipio de Tizayuca, Hidalgo (CAAMTH), quien fue cesada y agredida por el personal de la dependencia y hasta por la misma alcaldesa.

La fémina indicó que fue por el director de la dependencia, Rodolfo Rodríguez Rivero, ordenándole que pautara en las redes sociales del organismo los promocionales de la Feria Metropolitana de Tizayuca 2023, “a lo que la empleada le hizo ver que por ser una dependencia descentralizada una acción de ese tipo representaría la configuración de un delito”.

Sin embargo, su observación, que era totalmente cierta, le valió ser llamada el sábado 18 de febrero, al área de juntas para platicar donde se encontraban las funcionarias Elia Tejeda Salinas, contralora; Roxana Ramos López, titular de Recursos Humanos y María Paulina Chávez, directora Jurídica, quienes le exigieron firmara de inmediato su “renuncia voluntaria”, sin explicación alguna.

La joven se negó, más al conocer que al interor del ayuntamiento se difundió la versión de que “le faltó el respeto a sus jefes”, pero peor aún, fue a buscar a la alcaldesa para que interviniera ante este caso de violencia laboral de género, pero sólo encontró silencio.

Ángeles Quesada, una de las alumnas más adelantadas de Gerardo Sosa Castelán, se hizo experta en autoritarismo como también sucedió en el Sistema Municipal DIF cuya presidenta honorífica es Adriana Angélica Ángeles Quezada, hermana de la alcaldesa; y la Directora, Evelyn Marlene Aldana Quezada, su prima.

Independiente del abierto nepotismo, en el DIF Municipal se encuentran varios casos de mujeres las que atropellan los derechos humanos de otras mujeres como Iris, “madre soltera y humilde mujer trabajadora que desde hace seis años laboraba en áreas municipales propias de los hombres como jardines, bacheo, intendencia y pipas, pero que no le importó desempeñar con tal de tener un ingreso para mantener su hogar, siendo una de las tantas empleadas municipales ilusionadas en que con el arribo de una mujer a la presidencia municipal, las condiciones y oportunidades laborales mejorarían para su género”.

Pero se topó con pared, pues tras escalar con tantos sacrificios al cargo de recepcionista, no era merecedora al puesto por “no tener estudios”, pues solo estaba capacitada para “trapear pisos”, según consideró la prima de la alcaldesa. “En el brutal acto de discriminación tampoco movió un dedo en su defensa, la presidenta del organismo y hermana la edil, Adriana Angélica Ángeles”, sostuvo Antonio Ortigoza.

A la violencia laboral y de género, como también a la cadena de humillaciones y maltratos también se sumaron la directora del Centro de Asistencia Infantil Comunitaria (CAIC) Fuentes, Sandra Luz Barrientos y la Directora de Administración y Finanzas, Briseida Contreras Márquez.

A pesar de que la Médico del Municipio de Tizayuca, Virginia Morena Licona, diagnosticó a Iris con estrés y ansiedad, producto del brutal acoso laboral en su contra nadie, incluida la alcaldesa a la que pidió apoyo–, le tendieron la mano en la defensa de sus derechos y terminó por ser despedida por “calumniadora y grillera”.

Pero Susana, a quien le gusta ponerse “Susy” en sus boletines de prensa, creando una imagen más amable de quien se ha exhibido como una persona insensible, represora y oportunista, no ha tenido empacho en colgarse de los eventos de Morena para plazearse como lo hizo en Zempoala hace dos semanas.

La alcaldesa de Tizayuca, quien tiene uno de los sueldos más altos de todo el estado con 80 mil pesos mensuales mientras que un intendente gana apenas 3 mil 900 pesos mensuales, tiene laborando a por lo menos 40 de sus familiares con grandes salarios, mostrando también, la predilección de los funcionarios del Grupo Universidad por ganar cifras exorbitantes.