Redacción, 22 de Noviembre.- Jack Nicholson supo construir una carreta intachable como actor gracias a su versatilidad. Según contó en alguna oportunidad, el amor por la interpretación estuvo siempre recorriendo sus venas. Aún estando en la etapa escolar, soñaba con ser Marlon Brando. La imaginación no le permitió sospechar siquiera que mucho más adelante terminarían comparándolo con él.
En 1954 finalizó el secundario y se fue de vacaciones a Los Ángeles –nació y se crió en Nueva Jersey-, y allí las luces lo encandilaron. Un año después, buscando trabajo, ingresó como administrativo a la Metro Goldwyn Mayer. No era lo que buscaba, pero al menos estaba en el lugar indicado. Sabía que en algún momento le llegaría la oportunidad porque confiaba en sus cualidades.
Le pagaban 30 dólares por semana para recibir las cartas que llegaban de los fanáticos de Tom & Jerry, y ordenarlas alfabéticamente. Con ese dinero empezó a estudiar arte dramático. Allí conoció al director y productor Roger Corman, quien tiempo después le dio un lugar en la película The Cry Baby Killer, en 1958.
En 1963 debutó como director de cine con el filme El terror, aunque llamativamente no apareció en los créditos. Sí lo hizo en su segundo intento: Drive, he Said. Como actor, luego de varios proyectos menores, su despegue cinematográfico fue en 1969 en la película Easy Rider. El inicio de su escalera a la fama vino acompañado de su primera nominación al Oscar.
Pero Easy Rider no fue solamente su despegue, su arribo a Hollywood, sino el momento en el que descubrió el secreto mejor guardado que tenía su familia. Todos lo sabían, menos él. ¿Qué le sucedió? Nicholson se enteró que, en realidad, quien creyó que era su hermana mayor era su madre. Un drama que ni al más audaz de los guionistas se le ocurriría para un filme.
La primera situación dudosa sobre su historia de vida se dio en 1954 cuando quiso sacar el registro de conducir y allí se enteró de que no tenía partida de nacimiento. Le dieron un certificado provisional en el que se acreditaba que había nacido el 22 de abril de 1937. Ethel May -su supuesta madre- presentó un comprobante que indicaba el lugar en el que había nacido Jack, y la confusión quedó resuelta. Le otorgaron el carnet y no indagó la razón por la cual sus papeles no estaban en regla.
Al poco tiempo de esa situación, la señora murió. En 1963 también falleció June Nicholson, quien Jack pensaba que era su hermana mayor. Años después le contaron que June, en realidad, era su mamá, pero que nunca lo había podido decir por el qué dirán. Eran otros tiempos. Y la mujer que él pensaba que era su madre, Ethel, y John, su supuesto padre, eran sus abuelos.
Cuenta la historia que June tenía 17 años cuando quedó embarazada de Jack y no estaba segura de quien era el padre. Además, quería ser actriz y bailarina, y entendía que criando un hijo sola no lo iba a poder llevar adelante, por lo que buscó una alternativa, sin que abortar estuviera en sus planes. June ocultó el embarazo y una vez que dio a luz, su madre adoptó al niño como propio.
Jack supo toda la verdad recién cuando cumplió 37 años. Cuando los protagonistas de la historia murieron, los otros familiares que estaban al tanto de la situación decidieron revelar el secreto. Esas personas no habían hablado antes porque había un pacto que la fama de Nicholson no hizo más que afianzar.
Una vez que supo quién era su madre, Jack también intentó ocultarlo; en definitiva, ya no había nada que hacer. No tenía a quien culpar, maldecir o perdonar. Sin embargo, una rigurosa investigación que hizo un periodista de la revista Time hizo que la verdad saliera a la luz. Si no hubiera sido por el documental Dr. Jack y Sr. Nicholson, nunca se hubiera sabido de sus orígenes.
“Después de todo, cuando descubrí quién era mi madre, ya era maduro psicológicamente. De hecho, me aclaró muchas cosas. Si sentí algo fue, sobre todo, agradecimiento”, contó Nicholson tiempo después. Desde la revista se informó que había sido Lorraine, su hermana menor (en realidad, su tía), quien había contado la historia, tras sentir la necesidad de desahogarse.
En 1984, en una entrevista con la Rolling Stone, Jack le quitó dramatismo a cómo fueron sus orígenes. “Si June o Ethel hubiesen tenido menos carácter, yo no nunca hubiese llegado a vivir. Esas mujeres me dieron el regalo de la vida. Ellas me entrenaron bien. Hasta el día de hoy no le he pedido prestado ni cinco centavos a nadie y nunca he creído que no puedo cuidar de mí mismo. Ellas hicieron imperativa mi autosuficiencia”.
El hombre contó que siempre se vio muy parecido a June, en sus rasgos y una personalidad similar. Pero claro, como creía que era su hermana, todo eso que pensaba no sonaba tan descabellado, por eso nunca preguntó nada ni mucho menos sospechó, pese a que se identificaba más con ella que con quien supuestamente era su madre.
La intriga que sigue rondando es la identidad de fue su padre. Nicholson tiene 84 años, y es posible que su padre ya no esté vivo. Todo esto haría mucho más compleja la búsqueda. De acuerdo a distintos informes, se dieron indicios, posibles nombres, pero nada en concreto. En la biografía La vida de Jack, se menciona a Eddie King, actor y compañero de baile de June, y a Don Furcillo-Rose. Este último decía estar seguro y hasta pidió una prueba de ADN, pero el actor se negó. Jack aclaró que no tiene interés en saberlo.
En definitiva, a Jack Nicholson le alcanza con saber que fue feliz al lado de esas dos mujeres, más allá del rol que cada una ocupó en su vida.