Un estudio reciente ha generado preocupación al revelar que los tampones, uno de los productos menstruales más utilizados en el mundo, contienen metales pesados tóxicos como plomo y arsénico.
La investigación, llevada a cabo por la Escuela de Salud Pública de UC Berkeley, es pionera en su tipo y ha abierto un debate sobre la seguridad de estos productos.
El estudio, publicado en la revista Environment International, analizó 30 tampones de 14 marcas distintas disponibles en Estados Unidos y Europa. Los investigadores encontraron concentraciones mensurables de 16 metales pesados, incluidos plomo y arsénico, en todos los tampones examinados, lo cual ha alertado a la comunidad científica, pues estos metales pueden tener efectos tóxicos en el organismo y están asociados a enfermedades como demencia, infertilidad, diabetes y cáncer.