Durante la expedición Uruguay Sub 200, realizada a bordo del buque Falkor (too), un equipo de científicos ha documentado la sorprendente aparición de un pulpo cubierto de bultos a una profundidad de 1.603 metros.
Este peculiar encuentro, transmitido en vivo en ultra alta definición, se convirtió en uno de los momentos más destacados de la misión, que explora el fondo marino uruguayo.
El pulpo, identificado provisionalmente como una especie del género Graneledone, llamó la atención por la presencia de numerosas protuberancias o «verrugas» en su cuerpo. Según la Dra. Janet Voight, especialista en cefalópodos del Field Museum de Estados Unidos, estos pulpos habitan en profundidades de hasta 3.000 metros.
Si bien la función de estas verrugas aún es un misterio para la ciencia, se teoriza que podrían ser cartilaginosas.
Posiblemente, un rasgo vestigial sin un propósito evolutivo claro en la oscuridad abisal, donde el camuflaje no es un factor y otras utilidades son difíciles de imaginar.
La expedición, organizada por la Universidad de la República de Uruguay y el Schmidt Ocean Institute, utiliza tecnología de vanguardia.
Incluyendo el robot submarino SuBastian, para explorar hábitats marinos poco conocidos y amenazados por el cambio climático y la actividad humana.
Las imágenes en resolución 4K proporcionadas por el SuBastian permiten un análisis detallado del comportamiento y las características de las especies en su entorno natural, algo que no se podría lograr con muestras recolectadas.
Otros hallazgos notables de la expedición incluyen la observación de estrellas de mar, corales blancos, esponjas y diversas formas de vida marina, documentadas por primera vez en su hábitat de aguas profundas.