Nuevo guiño del papa a China durante su visita a Mongolia. A la conclusión de la misa celebrada este domingo en Ulán Bator, y acompañado por el obispo emérito de Hong Kong, el cardenal John Hon Tong, y de su futuro cardenal, Stephen Chow, Francisco no dudó en enviar un saludo “al noble pueblo de China”.
El pontífice ya había animado el sábado a Pekín, de forma velada, a respetar a las minorías religiosas.
“Quisiera aprovechar su presencia (del obispo emérito de Hong Kong y del obispo de Hong Kong) para enviar un caluroso saludo al noble pueblo chino”, decía el papa. “Al pueblo, le deseo lo mejor, que siga adelante, que progrese siempre. A los católicos chinos, les pido que sean buenos cristianos y buenos ciudadanos”.
El papa quiso también destacar el papel que las religiones pueden desempeñar en “la forja de la paz mundial”, a través de un encuentro interreligioso con chamanes mongoles, monjes budistas y un sacerdote ortodoxo ruso con el que quedaba probada la tradición de tolerancia religiosa de Mongolia.
Aunque el cristianismo está presente en la región desde hace cientos de años, la Iglesia católica solo goza de presencia autorizada en Mongolia desde 1992, después de que el país dijera adiós al comunismo e instaurara la libertad religiosa en su Constitución. Mongolia cuenta actualmente con escasos 1500 católicos.