Familias palestinas han abandonado en masa el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania, después de que Israel indicara que su ofensiva contra los terroristas continuaría «todo el tiempo que sea necesario».
Se calcula que unas 3 000 personas han buscado un lugar seguro lejos del campo.
El ejército israelí inició el lunes lo que parece ser una de sus operaciones de mayor envergadura en el territorio en años con ataques de aviones no tripulados contra lo que denominó «cuarteles generales de militantes armados.»
Nueve palestinos han muerto hasta ahora y otros 100 han resultado heridos en lo que constituye un «amplio esfuerzo antiterrorista» del ejército israelí.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que las fuerzas israelíes estaban respondiendo a un reciente aumento de los ataques palestinos contra ciudadanos israelíes y habían realizado varias detenciones:
Cientos de soldados israelíes seguían operando en el interior de Yenín el lunes por la noche, con informes de intensos enfrentamientos callejeros con palestinos.
Grupos palestinos han pedido un esfuerzo unificado para contrarrestar la operación israelí. Partidarios del brazo armado de Hamás, gobernante islamista de Gaza, han celebrado una concentración en solidaridad con lo que denominan guerra abierta israelí contra la población de Yenín.